¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Marzo 04 2018
Llamado urgente de María Auxiliadora a la humanidad
Por las aguas del mar muchas poblaciones van a desaparecer
La paz de mi Señor, esté con vosotros y mi protección maternal, os asista siempre
Pequeñitos, todo en vuestro mundo está conmocionado, el clima enloquecerá más; donde hace frío, va a hacer calor y donde hace calor frío. En muchas regiones han comenzado las heladas, las noches en todo el planeta van a hacer intensamente frías y en el desierto va a haber nevadas.
Los polos se están derritiendo y los casquetes polares se están resquebrajando; en muchos lugares la tierra ha comenzado a hundirse, tragándose carreteras, puentes, edificaciones, vehículos y todo cuanto esté encima de ella.
Hijitos, si continuáis desforestando y contaminando el medio ambiente, os aseguro que vais a sentir la furia de la naturaleza con todas sus consecuencias. No más perforaciones en el interior de la tierra, porque esto está debilitando su núcleo, y si este se fracciona grandes catástrofes os vendrán.
Los recursos hídricos se están agotando y de seguir así, el agua en el planeta se os va a acabar. ¡Parad de explotar inmisericordemente los recursos naturales, porque muchas especies de flora y fauna están desapareciendo!
¡Si seguís maltratando y explotando la creación de mi Padre, vuestro planeta mañana será un desierto!
El fuego en cadena de los volcanes os va a despertar, y este acontecimiento que está por suceder, hará que la tierra ya no deje de temblar. Por las aguas del mar muchas poblaciones van a desaparecer, la naturaleza se va a revertir contra el hombre por todo el maltrato que de éste ha recibido.
Acordaos que la creación es un ser vivo y está dolida por el maltrato del hombre.
Hijitos, la tierra ha comenzado a enfriarse, la acción destructiva del hombre está destruyendo sus pulmones; la tala indiscriminada de los bosques y reservas naturales, están disminuyendo las reservas de oxígeno y si esto continúa, la vida en vuestro planeta va a desaparecer.
¡Cómo Madre de la humanidad, hago un llamado urgente a los gobernantes de las naciones, a los ecologistas, a las multinacionales que contaminan, a los hombres de ciencia y al mundo en general, para que se tomen medidas urgentes en favor de la creación y el medio ambiente!
¡Habitantes de la tierra, si seguís destruyendo la creación de mi Padre, vais a sentir el peso de su Justicia Divina!
¡La creación ya no os soporta más! Vosotros criaturas humanas, sois los mayores depredadores y los únicos que rompéis con la armonía de las cosas creadas. Nuevamente os digo hijitos, ¡parad de maltratar la creación, porque ésta está a punto de cobraros el maltrato!
No contaminéis más el medio ambiente, no destruyáis las reservas naturales, no malgastéis el agua; porque de seguir vuestro maltrato, peligra la vida en vuestro mundo.
Reforestad cuanto antes las reservas naturales y las cuencas de los ríos, para que las fuentes hídricas no se agoten; cuidad el medio ambiente, no sigáis contaminándolo, porque el ecosistema está en peligro de extinción. Despertad pues hijitos y dadle un mejor uso a los recursos naturales, para que vuestros hijos mañana puedan seguir viviendo en un mundo verde y no en un desierto.
Que la paz de mi Señor, permanezca en vosotros.
Os ama vuestra Madre, María Auxiliadora.
Dad a conocer mis mensajes hijitos, a toda la humanidad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."