¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Marzo 08 2018 – Llamado urgente de Jesús Sacramentado a Sus Pastores y a Su Iglesia en General
Ningún laico puede tocar Mi Cuerpo y Mi Sangre
“Hijos Míos, Mi paz sea con vosotros.
Mi pequeño Nabí, Me siento muy triste por todos los ultrajes, profanaciones y sacrilegios, que se están cometiendo a diario contra Mi Divinidad en muchas de Mis Casas; todo esto, por la comodidad de muchos de Mis Pastores que permiten que sea ultrajado por manos que no están consagradas por el Ministerio Sacerdotal.
Una vez más os digo, Mi Cuerpo y Mi Sangre, sólo pueden ser tocados por manos consagradas de Mis Sacerdotes y Ministros: Obispos, Cardenales y el Papa. Ningún laico puede tocarme, ni puede manipular Mis Utensilios Sagrados.
El Cáliz donde permanezco en el Sagrario, sólo puede ser tocado por Mis Sacerdotes, sólo a ellos les he dado el poder de hacerlo, manos no consagradas cometen sacrilegio.
Mis hijos fieles, no permitáis este ultraje, hablad con Mis Sacerdotes y decidles que sólo ellos pueden tocarme. Me siento muy triste cuando llega el momento de darme como alimento a Mi rebaño y soy manipulado y tocado, por manos que no son dignas de tocarme.
Más dolor me produce cuando Mi Sacerdote se sienta y delega en Mis hijos laicos el Sacramento de la Comunión.
Miles de partículas de Mi Cuerpo y de Mi Sangre a diario caen al suelo y son pisoteadas, por no darle uso a la bandeja de comunión. Muchos de Mis hijos por falta de conocimiento, cometen a diario sacrilegio por recibirme indignamente o en pecado mortal. Millones de Mis jóvenes fornican con sus parejas por desconocimiento de Mis Mandamientos, y luego vienen en Mi día de precepto y sin confesarse, se acercan a recibirme en comunión.
¡Cuánta evangelización hace falta en Mi Iglesia, sobre el tema de Mis Mandamientos!
Os digo: cada que comulgáis en pecado mortal, os estáis comiendo y bebiendo el cáliz de vuestra propia condenación.
Rebaño Mío, debéis de confesaros mínimo cada mes o de inmediato, cuando cometáis pecado mortal; y debéis de comulgar mínimo cada semana en Mi día de precepto. Cuando lleváis mucho tiempo sin confesaros y recibiendo Mi comunión, cometéis sacrilegio; porque bien sabéis que lo más inicuo es el pensamiento y con él pecáis a diario. Muchos de Mis hijos llevan años sin confesarce y cada semana en Mi día de precepto se acercan a comulgar.
Os digo que estáis cometiendo sacrilegio y sois Reos de Culpa, por este ultraje a Mi Divinidad. Acordaos de lo que dice Mi Palabra: Este pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de Mí . ( Mateo 15. 8 )
Pastores de Mi Rebaño, evangelizad a Mi pueblo y habladle sobre Mis 10 Mandamientos, porque falta mucha evangelización, sobre este trascendental tema. Se vienen cometiendo infinidad de profanaciones y ultrajes a Mi Divinidad, que entristecen Mi Corazón Amante.
Una vez más os digo pastores de Mi rebaño: sólo a vosotros os dí la potestad y el carisma para guiar a Mi pueblo y alimentarlo; vosotros sois responsables ante Mi, por todos los ultrajes y profanaciones que a diario recibo de parte de Mis hijos laicos.
Os pregunto: ¿qué me responderéis mañana cuando os presentéis ante Mi?
Soy ultrajado a diario en muchas de Mis Casas y muchos de vosotros no hacéis nada por remediarlo. Vuestro silencio y displicencia os juzgarán mañana.
Recapacitad pastores de Mi rebaño y no sigáis permitiendo tan vil atropello a Mi Divinidad. Acordaos, al que mucho se le da, mucho se le exigirá; tened en cuenta estas palabras, meditadlas y ponedlas en práctica, para que mañana cuando os presentéis ante Mí, no tenga que deciros: No os conozco, ¡Apartaos de Mi!
Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Maestro, Jesús Sacramentado. El Amado, que no es Amado.
Hijos Míos, dad a conocer Mi mensaje a Mis pastores y a Mi rebaño.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."