¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Mayo 03 2018 – Llamado urgente de Jesús Sacramentado a Su Pueblo fiel
Muy pronto ya no voy a estar con vosotros en mis Sagrarios
“Mi paz sea con vosotros, Hijos míos.
Se están acercando los días en que vais a decir como María de Magdala, ¿a dónde se han llevado el Cuerpo de mi Señor? Hijos míos, muy pronto ya no voy a estar con vosotros en el silencio de mis Sagrarios, porque bien sabéis que se está acercando el tiempo de la gran abominación; tiempo donde seré ultrajado, profanado y expulsado de mis Casas, por aquellos que le sirven a mi adversario.
Se están pues acercando esos días, pero vosotros hijos míos sabéis que no os dejaré solos, me encontraréis en el Sagrario de mi Madre. Ella, mi Madre, será el puente que os comunicará conmigo.
Os pido mis pequeños que durante esos días estéis muy unidos a mi Madre, a través del rezo del Santo Rosario, para que podáis recibir las instrucciones y directrices que Ella os dará. Seguid los mensajes de salvación que os enviaremos a través de Enoch; mi pequeño Nabí, es el instrumento que el cielo ha elegido para que junto a mi Madre y mis Ángeles, os lleven seguros a las puertas de mi Nueva Creación.
Mis mensajes de salvación os guiarán en aquellos días en que estaréis caminando por el desierto de la purificación. Acatad y poned en práctica todas las instrucciones que os enviaremos a través de los mensajes dados a Enoch, para que podáis caminar seguros y salir victoriosos en las pruebas por las que pasaréis.
Mi otro testigo muy pronto se os manifestará, lo tengo reservado para los días del último reinado de mi adversario. Mis dos testigos darán cumplimiento a todo lo que está escrito para este final de los tiempos.
¡Ay de aquellos que intenten hacerles daño, porque el peso de mi Justicia descargaré sobre ellos y morirán en el acto!
Acordaos de lo que dice mi Palabra: Guardaos de tocar a mis ungidos, no hagáis mal alguno a mis profetas. (Salmo 105 . 15)
No ataquéis a mis testigos, para que no os hagáis Anatema, vosotros y vuestra descendencia.
Mis dos testigos tienen el poder de cerrar los cielos para que no llueva en la tierra durante el tiempo de su misión; tienen poder sobre las aguas para tornarlas en sangre y para herir la tierra con todo género de plagas. (Apocalipsis 11. 6)
Preparaos pues Pueblo mío, para que acojáis a mis dos testigos, ellos junto a mi Madre y mis Ángeles, allanarán el camino para mi próxima venida.
Hijos míos, todos los acontecimientos descritos en mi Santa Palabra, se han acelerado por la maldad y el pecado de la inmensa mayoría de esta humanidad ingrata. El acortamiento de los días, meses y años por venir, será más notorio; todo os va a pasar más rápido, será como un sueño para vosotros.
No temáis, si permanecéis unidos a Mí, nada os pasará; ni uno solo de vuestros cabellos se os perderá. Caminad pues como Hijos de la Luz que sois, para que vuestra Luz disipe las tinieblas y os muestre el camino que os llevará a las puertas de mi Nueva Creación.
Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Eterno Pastor, Jesús, Sacramentado.”
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."