¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Enero 20 de 2016
Capilla Nuestra Señora del Carmen. Necoclí – Antioquia, Colombia
Llamado urgente de Jesús Sacramentado a la humanidad.
Muy pronto llegará la gran abominación
“Mi paz sea con vosotros, hijos míos.
Mira pequeño la soledad en que me encuentro, son muy pocos los que vienen con corazón sincero a visitarme. Me siento solo, mis hijos me tienen abandonado; las puertas de mi casa están abiertas y son una invitación para que entren y vengan a visitarme y consolarme. Pero no, pasan por mi casa de largo, santiguándose a las carreras como si yo fuera un fantasma. ¡Qué tristeza siento al ver todo esto!; la inmensa mayoría de la humanidad me trata con displicencia.
Solo soy Dios en los momentos difíciles de sus vidas; sólo soy Dios para solucionarles problemas. Sólo soy Dios en las enfermedades, en los infortunios y en las necesidades. Ahí si vienen no a platicar conmigo, sino a exigirme que les sane, que los ayude o que cambie su destino. Otros van más lejos y vienen desesperados a pedirme dinero o cosas materiales, sin darse cuenta que lo más importante para Mí, es la salvación de sus almas. ¡
Pobres criaturas, viven más preocupadas por las cosas de ese mundo que por su salvación y su vida eterna!.
La apostasía cada día aumenta más y más, la fe se está muriendo en el corazón de muchos hombres. Yo os pregunto: ¿qué será de vosotros hijos insensatos cuando lleguen los días de tribulación y ya no podáis encontrarme en el silencio de mis sagrarios?
¡Pobres de vosotros los que hoy me dais la espalda y no la cara, porque no sabéis del tormento espiritual que os espera! Hoy os negáis a visitarme y consolarme y mañana seréis vosotros los que me llamareis a gritos, pidiéndome consuelo y será en vano, porque ya no me encontrareis.
Muy pronto llegará la gran abominación y mis casas serán cerradas, mi culto diario suspendido y mis tabernáculos profanados. Entonces, todos aquellos que hoy me tratan con indiferencia se lamentarán y muchos en su desespero maldecirán mi nombre, se apartarán de Mí y perderán la vida eterna. Mira hijo mío, la forma como me tratan; entran a mis casas no a adorarme, ni alabarme, sino a tomar fotos, como si mis casas fueran museos o lugares públicos donde se puede charlar, criticar y hacer de todo menos orar.
En verdad os digo: De la forma como me tratéis, también así seréis vosotros tratados. Toda visita que me hagáis con corazón sincero, la tendré en cuenta cuando lleguéis a la eternidad. Todo desprecio que me hagáis, lo tendré en cuenta cuando lleguéis a la eternidad. Toda negación que hagáis de Mí, delante de los hombres, la tendré en cuenta en la eternidad; porque en verdad os digo: Todo aquel que me negare delante de los hombres, Yo lo negaré delante de mi Padre; más todo aquel que me justifique delante de los hombres, Yo lo justificaré delante de mi Padre.
Hijos míos, vuestro paso por la eternidad se os está acercando, siento tristeza al saber que muchos ya no regresarán más a este mundo. Os estoy esperando humanidad ingrata y pecadora; venid a postraros ante Mí, y suplicadme misericordia y perdón y os aseguro que os la daré. Mis brazos están abiertos en el silencio de cada sagrario esperándoos. Mi aviso va a coger a la inmensa mayoría de la humanidad sin estar preparada; sus almas por falta de Dios no resistirán la prueba y muchos se van a morir eternamente.
Os hago últimos llamados: Adúlteros, fornicarios, prostitutas, homosexuales, alcohólicos, drogadictos, ladrones, asesinos, ocultistas, brujos, hechiceros, avaros, envidiosos y demás pecadores de este mundo que continúan pecando y pecando y vagan sin Dios y sin ley, como sombras errantes.
Os digo, muchos de vosotros, no regresaréis; en vuestro paso por la eternidad voy a separar las ovejas de las cabras y si vosotros hijos de la perdición no os arrepentís os aseguro que mi sentencia será para vosotros: ¡Apartaos de Mí, no os conozco; id al fuego eterno donde os espera vuestro amo! Acordaos de lo que dice mi Palabra: No todo el que me diga Señor, Señor, entrará en el Reino de mi Padre. Sino aquel que haga su voluntad.
Despertad pues hijos insensatos y dejad de caminar en el pecado, porque el día de mi Aviso está llegando; mi Aviso no es fábula, ni cuento, ni broma, sino realidad espiritual que a muchos va a coger sin estar preparados. ¡Alegraos hijos míos, porque se acerca el día de vuestra redención! Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Maestro, Jesús Sacramentado.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastorenoc.org








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."