¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Agosto 22 2019
Llamado de Jesús de la Misericordia a Su pueblo fiel.
Mensaje a Enoch.
Mis predilectos están desacralizando mis Casas
“Hijos míos, mi Paz y mi Misericordia, os acompañe siempre
Soy Jesús de la Infinita Misericordia y hoy quiero deciros, que estáis ya a merced de la Misericordia del Padre, que es fiel y veraz y aguardará pacientemente a que llegue el tiempo del Aviso y Milagro, para dar comienzo al tiempo de su Justicia.
Amados Hijos, ya es el tiempo en que debéis de orar, ayunar y hacer penitencia, para que podáis estar fortalecidos espiritualmente y así, podáis resistir los días de Justicia Divina que están por llegar. Estáis avisados para que nada os coja por sorpresa; en verdad os digo, que la abominación ya está comenzando, muchas de mis Casas están ya siendo profanadas y mi Divinidad Eucarística pisoteada; están por llegar los días en que mis Casas se cerrarán y mi Culto diario se suspenderá. Todo lo escrito se está cumpliendo, la Apostasía va en aumento, millones de almas ya no creen en mi existencia. El racionalismo mundano y los escándalos en el interior de mi Iglesia, está llevando a muchos a alejarse de Dios.
Ya no hay respeto ni temor de Dios de parte de muchos y lo más triste, muchos de mis predilectos están desacralizando mis Casas, llevando a cabo en ellas ritos paganos, fiestas, conciertos de música mundana, comilonas y en muchas de mis Casas se han presentado actos impúdicos; todo bajo la complacencia de algunos de mis Predilectos. ¡Ay de vosotros Pastores infieles, que habéis convertido mis Casas en lugares de impureza y en centros de diversión, porque en verdad os digo, que ya recibisteis vuestra paga! El Averno os espera, el fuego eterno será vuestra paga.
Hijos míos, vuestro mayor tesoro es vuestra salvación; id desde ahora desapegándoos de las cosas de este mundo, porque muy pronto pasará; preocupaos por alcanzar el tesoro de vuestra salvación en la eternidad; porque en verdad os digo, que todo en este mundo es vanidad de vanidades. La verdadera Vida está en la eternidad, a este mundo sólo venís a Amar y a Servir; en el Amor y el Servicio se esconde el misterio de la salvación. En el Amor y el Servicio está Dios, ama y sirve a vuestro prójimo porque en él se esconde el rostro de Dios; la vida es amor y servicio y en la medida en que hagáis esto, hallaréis la llave que abre la puerta de la salvación.
Os digo todo esto hijos míos, para que lo tengáis en cuenta en las pruebas de purificación que se os aproximan, porque sólo a través del amor y el servicio a vuestros hermanos, vais a poder superarlas. Os vais a necesitar los unos a los otros, para avanzar por el desierto de la purificación. Las pruebas sólo superaréis si os amáis y ayudáis mutuamente. La salvación es para todos, porque todos estáis llamados a alcanzarla, pero este tesoro sólo lo hallaréis, en el amor y el servicio fraternal. Acordaos, no sois islas independientes, la esencia y base de vuestra existencia es el Amor. Dios es Amor, y el que vive en el Amor, vive en Dios y Dios con él ( 1 Juan 4. 16 )
Mi Paz os dejo, mi Paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Maestro, Jesús de la Infinita Misericordia.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, Amados Hijos míos.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."