¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Agosto 5 de 2015
Llamado urgente de María Santificadora a los hijos de Dios
Los gobernantes están preparándose para la guerra
“Hijitos de mi corazón, que la paz de Dios esté con todos vosotros y mi manto maternal os proteja.
Hijitos, orad por los gobernantes de las grandes naciones, porque están preparándose para la guerra.
Tienen todo planeado para exterminar gran parte de la humanidad; de modo que les sea más fácil someter a las naciones luego de que pase la guerra; quieren dar inicio al Nuevo Orden Mundial que sería el gobierno del Anticristo.
La guerra que está por venir afectará a todas las naciones pasiva o activamente; los países aliados de las grandes potencias enviarán sus mejores guerreros y provisiones para sostener a las naciones en conflicto. Los ejércitos de las naciones tercermundistas irán al frente y serán sus valientes los primeros en caer.
Hijitos, los gobernantes de las grandes naciones tienen planificado disminuir gran parte de la población mundial, especialmente la población de las naciones menos desarrolladas, con el fin de someterlas y expandir sus territorios. Preparaos Pueblo de Dios, porque se acercan los días en que las naciones marcharán a la guerra y la creación de mi Padre gemirá de dolor, por el estallido de las bombas, el caos y la muerte.
¡Carestía, carestía y desabastecimiento de alimentos, vienen para los habitantes de la tierra!.
La guerra traerá desolación, no habrá que comer, porque todos los víveres y alimentos de vuestras naciones se irán para sostener a las naciones en conflicto.
¡Oh, qué dolor siente mi Corazón de Madre al ver que se acerca la Guerra!; vuestros hijos, madres, partirán y quizás no volverán. ¡Oh madres desoladas, acompañadme, porque Yo también caminaré con vosotras por el desierto!. Mi Hijo será traicionado y entregado nuevamente en manos de malvados.
Hijitos, orad por la Iglesia de mi Hijo, porque se le está acercando la hora de la amargura. La guerra, el cisma y la hecatombe financiera, vienen de la mano.
Los enemigos de la Iglesia de mi Hijo, ya se disponen a allanar el camino del ser de iniquidad; en medio del caos y el conflicto aparecerá mi adversario como el gran salvador de las naciones. El gran engañador, el usurpador, el falsificador, ya tiene todo listo y planeado para hacer su aparición.
Es hora hijitos que comencéis a sellar con la Sangre de mi Hijo, todos los aparatos por donde pueda verse o filtrarse la voz de mi adversario; el día de su declaración universal ya está señalado. Es hora también hijitos de ir guardando las provisiones y de hacer bendecir: Agua, sal y aceite, para el combate espiritual. Vuestra Armadura debéis tener puesta de día y de noche y aceitada con la oración y no olvidéis llevar en vuestras manos el poder de mi Santo Rosario.
Os aviso con anticipación hijitos para que nada os coja por sorpresa; os recuerdo nuevamente que cuando mi adversario vaya a hacer su declaración, debéis de desconectar todos los aparatos por donde pueda verse o filtrarse su voz; acordaos que es la antigua serpiente y tiene poder de seducción en su mirada y poder en sus palabras para hacer que lo améis y lo sigáis.
¡Cuidado mis niños de caer en este engaño, porque será vuestra muerte eterna!.
El que está próximo a aparecer diciendo que es el cristo, ese no es mi Hijo; ese es el hijo de las tinieblas que viene a usurpar el nombre de mi amado Hijo, para engañar a la inmensa mayoría de la humanidad que lo seguirá y adorará como si fuese el mismo Dios.
No lo veáis, ni escuchéis, porque es el ser de iniquidad que viene vestido de oveja para hacer perder el mayor número de almas.
Estáis avisados mis niños; preparaos pues, porque se os están acercando los días de angustia; tomaos de mi mano y no os soltéis.
Llevad siempre con vosotros mi Santo Rosario, para que juntos oremos y derrotemos por la gracia de Dios a mi adversario y sus huestes del mal.
Os ama vuestra Madre, María Santificadora. (Alto de Guarne, Antioquia).
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastorenoc.org








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."