¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Febrero 18 2018
Llamado de Dios Padre a Su Pueblo fiel
La humanidad está próxima a la etapa de la gran purificación
“Heredad mía, paz a vosotros
Pueblo mío, permaneced orantes y vigilantes porque mis instantes de Misericordia, están llegando a su fin. Esperaré hasta agotarse el último segundo de mi Misericordia, antes de dar paso a mi Justicia; estoy esperando como buen Padre, el regreso de mis Hijos Pródigos.
Bien sabéis que no me complazco con la muerte de mis criaturas, deseo por el contrario que el pecador se arrepienta de su pecado y vuelva a Mi.
Humanidad ingrata y pecadora, os estoy esperando, no me dejéis con el banquete preparado, ya la mesa está servida y aguarda por los comensales. No tengáis miedo, acordaos que soy más Padre que Juez y lo que deseo es vuestra salvación.
Os he enviado mi invitación con mis mensajeros y lo único que os pido es que vengáis aseados, limpios de toda mancha, para que podáis lucir las vestiduras que os acreditarán como mis invitados.
No tardéis porque la noche está llegando, apresuraos y no dejéis mi invitación para el último momento; porque si dejáis que avance la noche, cuando lleguéis a la fiesta las puertas de mi Reino encontraréis cerradas, y ya no habrá nadie que os escuche.
Hijos míos, se acercan los días de la prueba donde todo será caos y confusión; la humanidad está próxima a entrar en la etapa de la gran purificación. Los que no estén preparados se van a perder.
La tribulación no dará tregua, seréis probados como se prueba el oro en el fuego; vuestra fe, será puesta a prueba y sólo los vencedores, podrán habitar mi Nueva Creación. Mis Nuevos Cielos y mi Nueva Tierra, aguarda por mi Pueblo Fiel.
Os esperan pues hijos míos, días de purificación en todos los ámbitos de vuestra vida.
Pueblo mío, fortaleced vuestra mente con la oración, porque ella será el principal campo de batalla. Cerrad con la confesión y reparación de vuestros pecados mortales, todas las puertas espirituales abiertas, para que los demonios no puedan haceros perder.
No perdáis la cabeza con los ataques mentales, orad y confiad, y el cielo vendrá en vuestra ayuda. Ofreced los reveses de cada día como una ofrenda de amor a vuestro Padre, por vuestra purificación; sed muy pacientes y tolerantes, porque todo en vuestra vida se os va a revolcar.
Reprended a todo instante los ataques del maligno, para que sus dardos no destruyan vuestras fortalezas espirituales.
Acordaos que la batalla es espiritual y las armas son espirituales, tened esto muy en cuenta, para que no vayáis a entrar en batalla con los demonios, haciendo uso de armas materiales, porque de seguro seréis presa fácil de mi adversario. Confiad en Dios y permaneced firmes en la fe, y así saldréis victoriosos en las pruebas de cada día.
Quedad en mi Paz, Pueblo mío, Heredad mía.
Vuestro Padre, Yahvé
Pueblo mío, dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad
Fuente: mensajesdelbuenpastor





Dios Padre: «



“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”




"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."