¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Diciembre 16 de 2013
Llamado angustioso de María Rosa Mística a la humanidad
La Creación está comenzando su ciclo de transformación
“Que la paz de Dios esté con vosotros, rebaño de mi Hijo.
Hijitos, recogeos en oración y no perdáis más el tiempo en las cosas de este mundo, porque se acercan los días de purificación y es bueno que desde ya estéis preparados espiritualmente para sobrellevar esos días de desierto espiritual.
No temáis Mis pequeños, yo estaré con vosotros y os cubriré con mi manto, para que estéis protegidos y nada ni nadie pueda haceros daño. Compartid estas últimas navidades en familia y pedidle al Dios humanado, a Mi pequeño Niño que os de su amor, paz y ternura; que os inunde con Su humildad, para que ningún dardo de soberbia pueda apartaros de Su amor. Contemplad al Niño en el pesebre e imitad la humildad, la pobreza y sencillez de la Familia de Nazareth.
Se acercan hijitos míos, días de purificación necesarios para vuestro cambio espiritual. La creación de mi Padre está comenzando su ciclo de transformación; no tengáis miedo, permaneced unidos en el Amor de Dios y todo se irá dando conforme a los designios de Mi Padre. Es necesaria la purificación, porque la maldad que hay en el mundo de hoy ha sobrepasado los límites de la convivencia humana y está afectando el equilibrio del universo.
Acordaos que sois seres espirituales en un universo espiritual, que se está viendo afectado por el pecado de la humanidad de estos últimos tiempos.
Tened mucho cuidado porque las sectas se están proliferando y muchas están al servicio de mi adversario; permaneced firmes en la fe y no abráis vuestros oídos a doctrinas extrañas; acordaos que el lobo anda suelto y sus emisarios buscan haceros perder.
No descuidéis la oración, es vuestra fortaleza; haced Mi Santo Rosario a tiempo y a destiempo, para que permanezcáis bajo Mi protección Maternal; solo la oración, ayuno, penitencia y santa comunión os mantendrá firmes en el combate espiritual de cada día. Todo aquel que se aparte de la oración y de Dios se perderá, porque la tribulación que está por llegar nunca antes se había visto en la tierra.
Acordaos que son los últimos años del reinado de mi adversario y antes de ser derrotado, hará perder el mayor número de almas posible.
El pequeño Juicio de Dios a las naciones está tocando a la puerta; que no os vaya a coger por sorpresa para que no tengáis de qué lamentaros; acordaos que muchos no regresarán, porque será tan grande su pecado que no resistirán la presencia de Dios y se perderán eternamente.
Hijitos rebeldes, se os está acabando el tiempo de misericordia, apresuraos, no desatendáis Nuestros llamados angustiosos que llaman a la conversión.
Hijitos, los demonios y el infierno son una realidad y a él van a parar todas aquellas almas que le han dado la espalda a Dios en este mundo.
Entended que no queremos veros sufrir eternamente; aprovechad las últimas campanadas de misericordia que el cielo os está brindando, porque cuando lleguéis a la eternidad sólo justicia encontraréis; pensad y recapacitad lo más pronto posible; buscad a uno de mis predilectos y haced una buena confesión de vida y apartaos del pecado y de vuestra vida pecaminosa, para que cuando lleguéis al tribunal supremo no recibáis la dura sentencia: ¡Apartaos de mí, hijos de la perdición!.
Os regalo hijitos la oración a mi manto para que os cubráis con él y seáis protegidos de todo ataque del enemigo de vuestra alma y sus agentes terrenales del mal.
ORACIÓN DE PROTECCIÓN CON EL MANTO DE NUESTRA MADRE MARÍA
¡Oh manto de mi Madre María, protégenos y ampáranos de noche y de día del enemigo de nuestra alma!. Me cubro y cubro con tu Santo Manto a mi familia y a todo el pueblo de Dios; haznos invisibles a los espíritus malignos y a sus agentes terrenales del mal. ¡Oh Manto sagrado de mi amada Madre, sé el escudo protector del pueblo de Dios!. No nos desampares Madre querida ni un solo instante en la batalla espiritual de cada día, que los rayos de luz de tu Santo Manto nos guíen en la oscuridad y las tinieblas y nos iluminen el camino que conduce a la gloria eterna. Amén. (Rezar 3 Avemarías con Glorias y 3 Magníficat)
Vuestra Madre, María Rosa Mística.
Dad a conocer mis mensajes, hijitos de Mi Corazón.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."