¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Enero 02 de 2018
Llamado de María Rosa Mística al Pueblo de Dios
Este año marcará el inicio de vuestra purificación
“Hijitos de mi Corazón, la Paz del Altísimo esté con todos vosotros y mi protección Maternal, os asista siempre.
Mis niños, acogeos al amor de ésta Madre y a la Misericordia de Dios, para que podáis sobrellevar los días de prueba que se os avecinan.
El cielo no quiere que se sigan perdiendo tantas almas. Yo, vuestra Madre, en compañía de las Criaturas Angélicas y Almas Bienaventuradas, no nos cansamos de interceder para que esta humanidad vuelva al amor de Dios. Hijitos, las pruebas para el Pueblo de Dios, están por comenzar. Este año marcará el inicio de vuestra purificación.
Grandes acontecimientos en el cielo y en la tierra, la humanidad presenciará; las señales del cielo se aumentarán; fenómenos celestiales nunca antes vistos por ojo alguno, os anunciarán que debéis de estar listos y preparados para vuestro encuentro con Dios en la eternidad.
La conmoción del universo os dejará ver fenómenos celestiales que jamás la humanidad ha visto. Muchos van a entrar en pánico, pero no hay porque asustarse; estas manifestaciones son anuncios del cielo para que estéis preparados espiritualmente a la llegada del Aviso y comienzo de vuestras pruebas. Hijitos, la creación de mi Padre ha comenzado su transformación y esto va a ser que vuestro planeta, sufra grandes cambios.
La tierra va a moverse con mayor fuerza en todos los continentes, y estos comenzarán a desplazarse. Esta transformación, será una de vuestras pruebas que debéis asumir con fe, porque hace parte del plan de Dios, para estos últimos tiempos. No entréis en pánico cuando el universo comience a conmocionarse; orad y alabad la Gloria de Dios y dad gracias a mi Padre, porque su Poder y Grandeza, creará unos Nuevos Cielos y una Nueva Tierra, para deleite suyo y de sus criaturas.
Mis niños, la Jerusalén Celestial, bajará del cielo a la tierra, este proceso ya comenzó. La creación y las criaturas, serán purificadas hasta brillar como crisoles; sólo así, vais a poder ver la luz de un Nuevo Amanecer que será mi Hijo, Radiante, Triunfante, y lleno de Gloria, en medio de vosotros.
La Jerusalén Celestial, está en camino y con ella la Gloria de Dios. Preparaos pues hijitos, porque la creación ha comenzado a conmocionarse; conservad la calma, porque todo lo que vais a ver y sentir, hace parte del plan de Dios.
Hijitos, el choque de dos asteroides, formará la Cruz Gloriosa de mi Hijo. Esta será la gran señal que os anunciará la llegada del Aviso. Corred a poner vuestras cuentas en orden; estad preparados espiritualmente, para la llegada de este acontecimiento que cambiará vuestra vida.
No soltéis mi Rosario, orad por todos los pecadores de este mundo, para que alcancen la Misericordia de Dios y no se pierdan en la eternidad. Orad por la paz del mundo, porque se siente venir el flagelo de la guerra, que será catastrófico para la humanidad.
Es tiempo hijitos de oración y recogimiento, no perdáis más el tiempo en banalidades y afanes de este mundo; pensad y meditad por un momento que lo más importante en este instante es estar preparados para vuestro encuentro con Dios en la eternidad. Que la paz de mi Señor, permanezca en vosotros. Desgarrad vuestros corazones hijitos, porque se está acercando el regreso triunfal de mi Hijo.
Os ama vuestra Madre, María Rosa Mística.”
Hijitos de mi Corazón, dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastorenoc.org








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."