¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Mayo 27 de 2020
Llamado de San Miguel al Pueblo de Dios. Mensaje a Enoch.
El tiempo ha comenzado su cuenta regresiva
“¿Quién como Dios? ¡Nadie como Dios!
Pueblo de Dios, la Paz del Altísimo esté con todos vosotros.
Simiente de mi Padre, el tiempo ha comenzado su cuenta regresiva, los días, meses y años, que faltan para la llegada del tiempo de Justicia Divina, serán más cortos. Falta muy poco para llegar al límite de las 12 horas, donde se desencadenarán todos los acontecimientos descritos en la Santa Palabra de Dios. Esto está por suceder y ya no habrá marcha atrás. Las grandes pruebas para el Pueblo de Dios están por llegar; permaneced unidos en la fe y confianza en Dios, para que el Altísimo os cubra con sus Alas y su lealtad sea Escudo y Armadura, para su Pueblo fiel. (Salmo 91, 4)
Hermanos, los servidores del mal han comenzado a mostrarse, por sus frutos los conoceréis. Su apariencia es de bondad, se muestran como filántropos a la humanidad, pero la realidad es otra; son lobos disfrazados de oveja, que urden en su corazón el mal para la humanidad. No creáis en su falsa apariencia pues todo es un engaño, lo que buscan es hacer mal y diezmar la población mundial.
¡Ay de aquellos que no han podido despertar de su letargo espiritual, porque se van a perder al paso de la Justicia Divina! ¡Despertad de vuestro pecado y tibieza, humanidad pecadora, porque el Ángel de la Justicia se acerca y viene con su Espada Justiciera a descargarla sobre la humanidad! Viene a restablecer el Orden y el Derecho en todos los confines de la tierra. Preparaos porque se acerca la venida Gloriosa de vuestro Rey y Salvador. Sólo los que pasen las pruebas estarán con Él y habitarán su Nueva Creación.
Pueblo de Dios, muy pronto los ayes se escucharán por doquier, la humanidad y la creación, están por entrar en el tiempo de la Gran Tribulación. El Cielo está muy triste al ver que millones de almas se van a perder por su falta de fe, alejamiento de Dios e incredulidad. Esta humanidad de estos últimos tiempos es de dura cerviz y sólo despertará al paso de la Justicia Divina. Fuego del cielo y estremecer de la tierra sin descanso, están por comenzar. La guerra planeada está por desatarse y los virus y pandemias, se multiplicarán. Millones de seres humanos van a desaparecer al paso de estos acontecimientos y los pocos que queden serán acrisolados, para que mañana sean el Pueblo de Dios.
Los días de paz y tranquilidad están por terminar, la angustia y la desesperación, están por tomarse a la humanidad. ¡Oh, mortales, no sabéis lo que está por venir! Si lo supierais, estaríais unidos a Dios; orando, ayunando y haciendo penitencia. ¡Oh, vanidad de vanidades que acompañas la vanagloria de los hombres, tus días están llegando a su fin! Todo está por consumarse en su totalidad, la humanidad volverá a sus comienzos y será diferente. El Amor, la Paz y la Armonía, reinarán; ya no habrá más tristeza, porque el pecado ya no existirá; sólo Gozo y Plenitud, en compañía de Dios, es el premio que espera al Pueblo fiel.
Que la Paz del Altísimo, permanezca con vosotros, Amado Pueblo de Dios.
Vuestro Hermano y Servidor, Miguel Arcángel.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, Simiente de mi Padre.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."