¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Julio 28 de 2020
Llamado de Jesús el Buen Pastor a Su Rebaño. Mensaje a Enoch.
El tiempo de la aparición de Mis Dos Testigos está por comenzar
“Ovejas de mi Grey, Paz a vosotras.
Rebaño mío, en el tiempo de la gran tribulación y último reinado de mi adversario, sólo daré mi Palabra y Gracia, a mis Dos Testigos, a nadie más. A ellos los revestiré con el Poder de mi Gloria y harán prodigios en el cielo y en la tierra; con su poder destruirán las herejías y engaños del Anticristo y podrán herir la tierra con toda clase de calamidades y plagas. Mis Dos Testigos profetizarán con la fuerza, el poder y la sabiduría, de mi Santo Espíritu, para que mi Pueblo se fortalezca en la fe y en la verdad. Ellos junto a mi Madre y a mis Ángeles, allanarán el camino para mi próxima venida.
Sólo a mis Dos Testigos se les dará la Palabra de Profecía en aquellos días para que puedan guiar a mi Pueblo. Mis Dos Olivos tendrán el poder de atar y desatar en los cielos y en la tierra y de hacer que no llueva durante el tiempo que dure su misión, Mil Doscientos Sesenta Días. (1.260). Serán el azote del Anticristo que no podrá tocarlos ni hacerles daño, durante el tiempo de su misión. El Anticristo no podrá desplegar toda su maldad ni robarse el alma de toda la humanidad, porque ahí estarán mis Dos Testigos para impedírselo. Sólo se perderán los que no están inscritos en el Libro de la Vida.
El hijo de la perdición buscará por todos los medios para eliminarlos, pero el Poder de Dios los cubrirá con sus Alas. Sólo cuando terminen su misión podrá tocarlos; los matará pero sus cuerpos no serán enterrados, permanecerán tirados en la gran plaza de la ciudad donde fue crucificado el Señor. Al tercer día el Poder de Dios los resucitará. (Apocalipsis 11, 8). Alegraos Rebaño mío, porque el tiempo de la aparición de mis Dos Testigos está por comenzar. Prestadles toda vuestra ayuda material y espiritual, para que mis Dos Olivos puedan llevar a cabo la etapa final de mi Plan de Salvación. En vuestro paso por la eternidad los conoceréis para que cuando se presenten en vuestro mundo ya sepáis quienes son y podáis seguirlos. La primera etapa de mi Plan de Salvación comenzó en América, el Continente de la Esperanza; desde esta tierra grata a mis Ojos he dado a conocer mis Mensajes de Salvación al mundo entero; vengo instruyendo y preparando a mi rebaño para los días de la Gran Tribulación y para los días del gran Armagedón que le dará las victorias sobre las fuerzas del mal. Uno de mis Dos Testigos ya está en medio de vosotros pero no lo habéis reconocido, el otro lo tengo reservado para el tiempo del último reinado del Anticristo.
Es desde América donde estoy llamando a mi Rebaño a través de mis Mensajes de Salvación; mis Mensajes son la brújula que os guiarán y protegerán en vuestro paso por el desierto; acatadlos y ponedlos en práctica para que podáis vivir mañana. Os he enviado la Armadura Espiritual completa, para vuestra fortaleza, el Rosario de Provisión para los tiempos de escasez; Oraciones de Protección para que podáis permanecer en victoria ante los ataques mentales; remedios del Cielo y lo más importante os he enviado a mi Madre y el poder de su Santo Rosario, para que no os sintáis solos y así tomados de su Mano y en compañía de mis Ángeles, mis Dos Testigos y las Almas Bienaventuradas, podáis llegar seguros a las puertas de mi Nueva Creación. Preparaos pues Ovejas de mi Grey, porque vuestro paso por el desierto de la purificación se aproxima. Seguid y escuchad a mis Dos Testigos, acatad las instrucciones de mi Madre y poned en práctica mis mensajes de salvación, para que vuestro paso por el desierto os sea más llevadero.
Mis Paz os dejo, mi Paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Maestro, Jesús el Buen Pastor.
Dad a conocer mis mensajes de salvación al mundo entero, Ovejas de mi Rebaño.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."