¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Diciembre 31 de 2019
Llamado de fray Pio de Pietrelcina a los hijos de Dios
Paz y Bien, mis hermanos
El Poder del Santo Rosario hace temblar el infierno

“Soy vuestro hermano Fray Pio de Pietrelcina, los saludo en el Nombre del Buen Dios; me encuentro en medio de ustedes por la Gracia y Misericordia del Señor; pedid mi humilde intercesión y acudiré en vuestra ayuda. Pueblo de Dios, se están acercando los días de la gran tribulación y a muchas almas parece no importarle, porque no quieren escuchar los llamados del Cielo.
Muchas almas van a perderse por andar alejadas de Dios, el tiempo corre y si no recapacitan morirán eternamente. Todos mis Hermanos en el Cielo, reunidos en torno a Nuestra Señora, intercedemos por toda la humanidad de este mundo y muy especialmente, por aquellas almas que caminan a diario con el pecado; esperamos que despierten de su letargo, se conviertan para que mañana puedan alcanzar el gozo de la vida eterna.
Hijos, grandes tribulaciones se aproximan para que se preparen espiritualmente; no suelten el Santo Rosario, porque es la mayor protección que el Cielo les ha regalado. Oren en comunidad, porque ese era mi mayor deseo cuando estuve en este mundo; los grupos de oración en torno al rezo del Santo Rosario, lo mismo que la oración, el ayuno , la penitencia, la confesión y la comunión diaria, fueron los pilares de mi evangelización que inculcaba a mis hijos, para que pudieran alcanzar los favores del Buen Dios. Continuad con mi obra para que más lámparas alumbren las tinieblas de este mundo pecador.
Propaguen a todo instante hijos el rezo del Santo Rosario con sus Letanías y la Santísima Madre le dará paz a sus almas y los librará de las asechanzas del maligno; cuando llegue la hora de partir de este mundo, Ella, Nuestra Amada Madre, vendrá por sus almas y los llevará a la Gloria Eterna. Sean Misioneros del Santo Rosario y Conságrense al Corazón Inmaculado de Nuestra Amada Madre, para que nada ni nadie los aparte del Amor de Dios. El Rosario es la escalera para subir al Cielo, es azote para los demonios que huyen en desbandada cuando con fe es rezado. Nuestra Madre Celestial, jamás desoye las súplicas y peticiones que le hacen sus devotos cuando con fervor rezan el Rosario.
Muchas almas de pecadores se han salvado cuando se ofrece el Rosario por ellas, Nuestra Madre reparte todas las Gracias del Santo Rosario y las aplica a las almas más necesitadas en la eternidad y en este mundo. Cada Ave María es un alivio para las almas del Purgatorio, miles de almas suben al Cielo con el rezo del Santo Rosario, otro tanto son cambiadas de lugar y las almas más necesitadas que se encuentran en total purificación, son fortalecidas y reciben un descanso que mitiga sus dolores. El Poder del Santo Rosario hace temblar el infierno cuando se reza con fe y en comunidad; rezad muchos Rosarios y ayudadle a Nuestra Madre del Cielo a salvar, rescatar y liberar muchas almas. Que el Buen Dios los acompañe y el Amor y Protección de Nuestra Señora esté siempre con ustedes.
Paz y Bien.”
Fray Pío de Pieltrecina.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, Hijos del Buen Dios.”

Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."