¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Febrero 24 2019
Santuario de Nuestra Señora de la Peña. Bogotá Colombia.
Llamado Urgente de La Virgen de La Peña al Pueblo de Dios.
Mensaje a Enoch.
El infierno está lleno de almas por quebrantar el Sexto Mandamiento
“Mis Amados Hijitos, la Paz de mi Hijo esté con todos vosotros y mi Amor y Protección Maternal, os acompañe siempre.
La lucha entre las fuerzas del bien y las huestes del mal, ya comenzó en vuestro mundo. Estad alerta y vigilantes para que podáis repeler los ataques y dardos incendiarios de las fuerzas del mal; orad mis hijitos fieles por la juventud del mundo entero, porque es la más vulnerable y la que menos resistencia le ofrece a mi adversario. El modernismo y la tecnología, están llevando a la perdición a millones de almas de jóvenes; los pecados de la carne se están robando el alma de la juventud.
El desconocimiento del Decálogo Divino, está haciendo que muchos a diario lo quebrante, especialmente el Sexto Mandamiento de la Ley de Dios que dice: No fornicarás, ni adulterarás, ni consentirás, ni cometerás ningún acto impuro. Hijitos, este Mandamiento de la Ley de Dios es uno de los más quebrantados por los hombres y mujeres de hoy; su quebrantamiento está haciendo que se pierdan muchas almas. El infierno está lleno de almas por quebrantar este Mandamiento.
Es tanta la ignorancia espiritual con respecto a este Mandamiento, que muchos jóvenes y adultos, fornican y adulteran con su pareja y luego los fines de semana acuden al Santo Sacrifico e indignamente, reciben el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo, como si nada pasará. Estas comuniones sacrílegas están llevando a muchos a la muerte eterna.
¡Pastores de la Iglesia y del hogar, retomad la enseñanza del Decálogo Divino y haced que sea aprendido y puesto en práctica, por el rebaño que os ha sido puesto a vuestro cuidado! El quebrantamiento de los Preceptos Divinos es el causante de todos los males de la humanidad; la maldad y el pecado han tomado tanta fuerza, porque no se cumplen los Mandamientos de la Ley de Dios. Los 10 Mandamientos son los pilares, sin cuales no puede haber orden ni comunicación entre Dios y los hombres; son las Normas que rigen el comportamiento humano, necesarias para la sana convivencia en vuestro mundo. El desconocimiento y la falta de cumplimiento de los Preceptos Divinos, es lo que está llevando a ésta humanidad a una crisis social, moral material y espiritual, que de no corregirse, la va a llevar a su propia destrucción y muerte. Los Mandamientos de la Ley Divina, son el puente que comunica a Dios con los hombres, cuando se observan y cumplen fielmente. Si la humanidad los acatara y cumpliera, los hombres vivirían en paz y no habría destrucción ni muerte; todo guardaría equilibrio y Dios moraría en medio de vosotros y se haría su voluntad.
¡Pastores de la Iglesia, evangelizad con el Decálogo Divino, porque la humanidad va a la deriva por el no cumplimiento de los Preceptos de Dios! ¡Pastores del hogar, es vuestra obligación moral y espiritual, el dar a conocer a vuestros hijos los Mandamientos de la Ley de Dios; por vuestra apatía, desconocimiento y falta de evangelización sobre este tema, es por lo que tanto jóvenes hoy se están perdiendo! ¡No más tecnología mundana en vuestros hogares; controlad su uso y dedicad toda vuestra energía y entereza a la enseñanza de los Mandatos Divinos, para que sembréis en vuestros hijos unas firmes bases morales y espirituales, que los ayuden a restablecer la comunicación con Dios!
Quiero más oración y menos tecnología en vuestros hogares; ayudadme con esto padres de familia, porque mi Corazón de Madre de la humanidad, está dolorido por la pérdida de tantos jóvenes que hoy yacen en las profundidades del infierno, por la falta de amor, diálogo, oración y ante todo por la falta de Dios en tantos hogares. ¡Cuento con vosotros padres de familia, vamos mis pequeños pastores; evangelizad con los Preceptos Divinos a vuestros hijos y dedicad más tiempo a la oración, para que el Amor de Dios vuelva a renacer en vosotros, en vuestros hijos y hogares !
Que la Paz de mi Señor y el Amor y Protección de vuestra Madre, os acompañe siempre.
Os ama, vuestra Madre, la Señora de la Peña.
Dad a conocer mis mensajes y mi advocación a toda la humanidad, mis amados hijitos.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."