¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Abril 09 de 2018
Llamado urgente de Dios Padre a la humanidad
El Gran Dragón Amarillo americano, caos y desolación traerá a mi creación
“Pueblo mío, Heredad mía, Paz a vosotros
Todo está consternado, unos Nuevos Cielos y una Nueva Tierra, ya están en formación. Mi creación entró en los últimos dolores de parto y su gemir, estremecerá toda la tierra. El fuego en cadena de los volcanes acelerará su parto y mi creación entrará en sus últimas contracciones. Sus dolores y ayes la purificarán y prepararán para el nuevo nacimiento.
¡Oh gran Nación del Aguila, prepárate porque el dragón amarillo(1) que yace dormido en tu suelo, está a punto de despertar! El fuego de su boca va a estremecerte toda y vas a conocer el dolor.
Muchas ciudades y poblaciones de esta gran Nación, se vestirán de luto; el gran dragón amarillo americano, caos y desolación traerá a mi creación. Su despertar, despertará a los otros dragones que yacen dormidos y el fuego en cadena, abrirá las entrañas de mi creación. No habrá lugar en la tierra donde no se sientan sus dolores de parto; los continentes se desplazarán y muchos lugares en la tierra desaparecerán.
Pueblo mío, me duele y entristece como Padre, tener que daros este aviso; no lo hago para que entréis en pánico, sino más bien, para que os preparéis y así, podáis sobrellevar los días de tribulación que vienen por la transformación de mi creación.
Cuando la tierra comience a moverse, conservad la calma, orad y clamad mi Misericordia; no entréis en temor, porque todo esto escrito está y tiene que cumplirse; aceptad mi Voluntad con humildad, porque es necesario que esto suceda, para el renacimiento de unos Nuevos Cielos y una Nueva Tierra.
Orad y confiad en Dios y ni uno solo de vuestros cabellos se os perderá. Sólo los que oren y confíen, podrán superar esta prueba.
¡Naciones Impías, os está llegando la hora de vuestro castigo!
¡Del cielo, fuego os caerá y el gemir de mi creación, vuestras entrañas abrirá; de vosotras, no quedará recuerdo alguno!
Todavía estáis a tiempo, si os arrepentís de corazón y volvéis a Mí, os aseguro que me abstendré de enviaros el castigo. Más si persistís en seguir cometiendo vuestras detestables acciones, os aseguro que más clemencia tuve con Sodoma y Gomorra, que la que tendré con vosotras.
Habitantes de la tierra, mi creación está en los últimos dolores de parto. Preparaos porque su gemir y estremecimiento, os va a despertar de vuestro letargo. Todo está por cambiar, contemplad cada amanecer, atardecer y anochecer, que aún os quedan; porque muy pronto todo cuanto conocéis, va a desaparecer.
Una Nueva Creación voy a crear para deleite mañana de mi Pueblo Elegido. Que vuestra fe y confianza en Dios, sea la fortaleza que os ayude a superar las pruebas que están por llegar. No temáis Pueblo mío, orad y confiad y la sombra de mi Nube os cubrirá y protegerá.
Vuestro Padre, Yahvé, Señor de la Creación.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, Pueblo mío.”
(1) Super volcán Yellowstone USA
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."