¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Octubre 21 2019
Llamado de María Santificadora al pueblo de Dios.
Mensaje a Enoch.
El dios dinero tiene sus días contados
Mis niños, la Paz de mi Señor esté con todos vosotros y mi Amor y Protección Maternal, os acompañe siempre.
Pequeños, días de angustia y de inquietud se están acercando, muy pronto la humanidad apartada de Dios caerá en el desespero; las malas noticias seguirán unas tras otras y todos aquellos que viven sin Dios y sin Ley, enloquecerán. El mundo se encuentra convulsionado por las revueltas y los conflictos internos en las naciones, que se irán desatando en cadena.
El desempleo y la falta de oportunidades, van a desatar conflictos en muchas naciones, especialmente en aquellas más pobres. La migración en cadena de sus habitantes, va a despertar la xenofobia en los connacionales de las naciones más prósperas; y esto, va a traer dolor, muerte y desgracia, a los migrantes. Las economías de muchas naciones han comenzado a debilitarse, la crisis económica a nivel mundial se está acercando; millones de desempleados van a deambular por las calles en busca de oportunidades; muchas naciones por el colapso financiero van a quedar en la bancarrota. La crisis económica va a afectar a todas las naciones, pero especialmente a las más pobres.
Se acercan hijitos los días de la hecatombe financiera mundial, el dios dólar comenzará su caída y sus días de gloria, llegarán a su fin. Muy pronto mis niños el dinero será basura, ya no servirá para satisfacer vuestras necesidades; va a perder su poder adquisitivo y su valor y rodará por el suelo. La crisis económica hará enloquecer a muchos, el dios dinero tiene sus días contados. La catástrofe económica afectará a la humanidad entera; entonces, todos aquellos que pusieron su fe y confianza en este ídolo, lo verán caer como castillos de arena.
Hijitos, sólo en Dios debéis poner vuestra fe, seguridad y confianza, porque los ídolos de la tierra hoy están y mañana ya no están; son hechura de la mano del hombre y tienen un principio y fin, son vanidad de vanidades. Sólo Dios es el único que puede daros seguridad y ayudaros a superar las pruebas. Se aproxima pues hijitos la caída de la economía a nivel mundial: permaneced firmes en la fe y confiados en la Misericordia Divina, para que podáis superar los días de crisis económica, sin desesperaros y sin perder la cabeza.
Mis Niños, orad por todos los mensajeros del Cielo, porque los emisarios al servicio de mi adversario, van a emprender una campaña de desprestigio, difamación y calumnia, contra ellos, con el fin de dividir y sembrar la duda y cizaña en el rebaño de mi Hijo. Nuestros mensajeros van a ser atacados, desprestigiados y puestos en el patíbulo público, para que no prestéis atención a esas difamaciones y ataques. Apoyadlos con vuestras oraciones, ayunos y sacrificios, para que puedan seguir llevando la luz del Evangelio de mi Hijo, y sigan siendo guía del Pueblo de Dios en estos tiempos de tanta oscuridad espiritual.
Mis pequeños, el Aviso se acerca, estad preparados con vuestras lámparas encendidas con la oración, para que cuando llegue el Amo y toque a la puerta de vuestra alma, os encuentre despiertos y listos y podáis partir con El a la eternidad.
Que la Paz del Altísimo, permanezca en vosotros.
Vuestra Madre, María Santificadora.
Dad a conocer mis mensajes y advocación al mundo entero, hijitos de mi Corazón.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."