¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Noviembre 18 de 2018
Llamado de Nuestra Señora de la Peña a la humanidad.
Santuario de Nuestra Señora de la Peña. Bogotá Colombia.
Mensaje A Enoch.
El castigo muy pronto vendrá y ya no podré evitarlo
“Hijitos de mi Corazón, la Paz de mi Señor esté con todos vosotros y mi Protección Maternal, os acompañe siempre Pequeñitos, todo está por cumplirse como está escrito en la Santa Palabra de Dios; sufro viendo como ésta humanidad de estos últimos tiempos, cada día se aparta más de Dios. El castigo muy pronto vendrá y ya no podré evitarlo, porque es la Justicia de Dios quien lo envía, para restablecer el orden y el derecho en la creación.
El cielo hijitos está muy triste por vuestro mal comportamiento, muchas almas se van a perder y millones van a perecer al paso de la Justicia Divina. La fuerza de la naturaleza se desatará en toda la tierra y no va a haber lugar seguro en ella. Corred, nuevamente os digo, a poner vuestras cuentas en orden; buscad a uno de mis predilectos y haced una buena confesión de vida; preparaos espiritualmente, porque los días de la Justa Ira de Dios, están por comenzar.
No sigáis en vuestro pecado, despertad, porque están por sonar las trompetas de la Justicia Divina, que os anunciarán el comienzo de la gran purificación y ya no habrá marcha atrás. Recogeos en oración, ayuno y penitencia, para que podáis sobrellevar los días de Justicia Divina que se aproximan.
Hijitos, todos los obradores del mal, van a desaparecer de la faz de la tierra; sólo quedará en ella, el Pueblo de Dios que será purificado, como se purifica el oro en el fuego; la purificación del pueblo elegido, será hasta que brille como Crisol. Sólo así, purificado podrá habitar la Nueva Creación de Dios. Se acercan los días mis niños en que clamaréis al cielo y parecerá que no os escuchará; la humanidad muy pronto va a sentir y experimentar lo que es estar sin el Espíritu de Dios. ¡Clamarán y gritarán: Señor, Señor, ven a salvarnos y nadie los escuchará! Sólo los que estén en gracia de Dios y pongan su fe y confianza en el Señor, podrán superar esta prueba.
¡Aridez espiritual y ausencia de la Palabra de Dios, por un tiempo os acompañará; vuestra fe, será puesta a prueba!. Seréis tentados y atacados por los demonios, y muchos por no estar preparados se van a perder. La prueba de fe, acrisolará vuestro espíritu; por eso hijitos os exhorto a que leáis la Santa Palabra de Dios, la grabéis y meditéis en vuestro corazón, para que se afiance en vosotros y así, podáis superar esta prueba de fe, con la cual mi Padre os probará, para ver si sois dignos de ser llamados su heredad.
Hijitos, nuevamente os digo, preparaos espiritualmente porque los días de combate espiritual, están por llegar. Colocaos vuestra Armadura Espiritual a mañana y noche; permaneced en gracia de Dios y amaos y socorreos los unos a los otros, para que la fuerza del Amor unida a vuestra fe, os ayude a superar los días de la gran purificación que se aproximan. No soltéis mi Rosario, porque es el arma que os dará la victoria sobre las fuerzas del mal.
Hijitos, quedad en la Paz de mi Señor.
Os Ama vuestra Madre, La Señora de la Peña.
Dad a conocer mis mensajes y mi advocación al mundo entero.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."