¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Febrero 08 de 2016 – Llamado de María Rosa Mística a los hijos de Dios y a los Sacerdotes del Movimiento Sacerdotal Mariano
Donde se ore con Mi Santo Rosario el demonio no podrá hacerle daño
“Hijitos de Mi corazón, la paz de Mi Señor esté con todos vosotros.
Mis niños, cada vez está más cerca la próxima venida de Mi Hijo, y saber que muchos de Mis hijitos siguen sin esta preparados para su llegada.
¡Qué tristeza siento al ver la división, la crítica y la envidia que hay dentro de la Iglesia de mi Hijo!
¡Qué tristeza siento al saber que los días de tribulación están por llegar y la inmensa mayoría de la humanidad, sigue sin creer y sin prestarle atención a nuestros llamados angustiosos! ¡Cuántas almas se van a perder por falta de conocimiento!.
Hijitos, qué tristeza siento al ver que otras religiones y sectas tienen conocimiento de las profecías que hablan sobre estos últimos tiempos; pero en cambio en la Iglesia de mi Hijo, reina un silencio culpable sobre estos temas que son trascendentales para la humanidad.
¡Hago un llamado urgente a Mis Ejércitos Marianos, para que lleven a cabo una gran jornada de evangelización y se hable sobre estos temas!. Todos aquellos que tengan conocimiento de las profecías que hablan sobre estos últimos tiempos, tienen la obligación moral y espiritual de darlas a conocer a sus hermanos que las desconocen.
¡No os quedéis callados, hablad a tiempo y a destiempo, que vuestro silencio no sea causa de perdición para vosotros mañana!. Le pido a Mis Sacerdotes del Movimiento Sacerdotal Mariano, que lleven a cabo una jornada a nivel mundial de evangelización y le hablen al pueblo de Dios, sobre los acontecimientos que están por desatarse.
Cuento con vosotros Mis predilectos y con todos Mis hijitos que son conocedores de estos temas, para que cuanto antes comiencen a transmitirlos. El cielo os bendecirá y se alegrará con vuestro fiat.
Hijitos, orad por Mis Sacerdotes e instrumentos, no los abandonéis, porque bien sabéis que son los más atacados por mi adversario.
No critiquéis, ni juzguéis, ni señaléis, ni condenéis a Mis Sacerdotes e instrumentos; acogedlos en vuestras oraciones y pedid por su ministerio. Se están perdiendo muchos Sacerdotes por la vida fácil de este mundo y por la falta de oración por ellos. Pedid en cada Rosario que hagáis, por la santificación de mis sacerdotes y por las vocaciones sacerdotes y religiosas, para que la llama de la oración sacerdotal no se apague.
Formad pequeñas células de oración con el rezo de Mi Santo Rosario. Que cada hogar católico sea un cenáculo de oración, donde reine el amor, la paz, el perdón y ante todo el amor a Dios y al prójimo.
Hogar donde se ore con Mi Santo Rosario el demonio no podrá entrar, ni hacerle daño; por el contrario, será Mi adversario el que saldrá derrotado.
Hogar donde se ore con Mi Santo Rosario, será hogar que no padecerá los rigores de la tribulación y nada les hará falta cuando llegue la hambruna. Yo, vuestra Madre, cubriré con Mi Manto a todos los hogares donde se rece Mi Rosario. Enviaré Ángeles para que protejan estos hogares; ninguno de los que recen Mi Rosario se perderá, ni sus familias. Es promesa que os hago, para que multipliquéis estas pequeñas comunidades de oración.
Os pido también hijitos que cuando oréis con Mi Rosario, pidáis por todas las almas del purgatorio; especialmente por todas aquellas más necesitadas de la Misericordia de Dios y por todos los pecadores de este mundo. Ayudadme con el rezo de Mi Santo Rosario a liberar muchas almas que yacen en espera en el Purgatorio. Son almas que ya están purificadas, pero para entrar al cielo necesitan que vosotros las entreguéis en una Santa Misa o con el rezo del rosario o hagáis una obra de caridad por ellas. Tenedlas pues presentes y ellas os lo agradecerán e intercederán por vosotros y por vuestras familias en este mundo y cuando lleguéis a la eternidad.
Que la paz de Mi Señor, permanezca en vosotros.
Os ama vuestra Madre, María Rosa Mística.
Dad a conocer Mis mensajes a toda la humanidad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."