¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Diciembre 17 de 2014
LAMADO URGENTE DE DIOS PADRE A SU HEREDAD
Dios Padre: Los dolores de parto de mi creación comenzarán a sentirse
“Paz a vosotros, pueblo mío, heredad mía.
El año que está por comenzar será de gran agitación, ya que mi creación entrará en la etapa de la gran transformación. La duración del tiempo se acortará más debido a la rotación acelerada que sufrirá mi tierra, por todos los cambios que se darán en el universo y en su interior.
La duración del tiempo será de 14 horas; preparaos pueblo mío, para que podáis sobrellevar estos días que se aproximan que serán de gran movimiento y agitación en vuestras vidas y en mi creación. No entréis en pánico, sabed que todo hace parte de mi voluntad para que mañana mi resto fiel pueda habitar mis nuevos cielos y mi nueva tierra.
¡Pueblo mío, todo ha comenzado a agitarse; id acostumbrándoos desde ahora a los movimientos telúricos, porque mi tierra comenzará a tambalearse en todos sus continentes!.
Los dolores de parto de mi creación comenzarán a sentirse; guardad la calma, orad, alabad y haced penitencia; no desfallezcáis, ni perdáis la fe, porque todo esto que está por suceder os lo vengo anunciando con mucha anticipación, para que os preparéis y nada os coja por sorpresa.
El agua va a escasear por todos estos cambios que sufrirá mi creación; aprovisionaos desde ahora de este bien natural, porque llegará el momento en que no la vais a poder beber por la contaminación que del cielo caerá y por los cambios bruscos que se darán en el clima.
Habrá escasez de alimentos para que os proveáis desde ahora; tened reserva de granos y alimentos no perecederos; no dejéis todo para última hora, porque de seguro cuando lleguen estos días ya no encontraréis nada.
Escuchad mis palabras y ponedlas en práctica, para que podáis sobrevivir en los días de escasez y angustia que se aproximan.
Entonad cánticos de alabanza a vuestro Padre en aquellos días, así como lo hicieron mis tres jóvenes cuando fueron tirados al horno, por el rey Nabucodonosor. (Daniel 3. 51)
La alabanza que hagáis a vuestro Padre os hará más llevaderas las pruebas que se acercan y ninguno de los que me alaben morirán.
Acordaos que seréis probados como se prueba el oro en el fuego para que mañana podáis brillar como crisoles y ser dignos de ser mi Pueblo Elegido.
La oración, la alabanza, el ayuno y la penitencia, debe ser vuestra fortaleza espiritual en aquellos días; no lo olvidéis, porque muchos se van a perder por la falta de oración y su débil fe.
Os digo que nunca antes se había visto tribulación alguna en la tierra como la que está por comenzar; por eso os pido que atendáis a mis instrucciones que como Padre os hago, para que mañana no os perdáis al paso de mi Justicia Divina.
Quedad en mi paz, pueblo mío, heredad mía.
Vuestro Padre, Yhavé, Señor de las Naciones.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastorenoc.org








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."