¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Enero 15 2017
Llamado urgente de San Miguel y la Milicia Celestial al Pueblo de Dios
Días de batalla espiritual están llegando
“Gloria a Dios en el Cielo y en la Tierra paz a los hombres de buena voluntad.
Quien como Dios, Quien como Dios, Quien como Dios. Aleluya, Aleluya, Aleluya.
Hermanos en el amor de Dios, que la paz del Altísimo esté con vosotros y mi humilde intercesión y protección os acompañe.
Días de batalla espiritual están llegando y a la inmensa mayoría de la humanidad va a coger sin estar preparada.
La maldad y el pecado tienen cegada esta humanidad, viven en un letargo espiritual y de no despertar, os aseguro que muchos van a morir eternamente.
Estamos hermanos en combate espiritual con las huestes del mal en los lugares celestes; dentro de poco estos combates se trasladarán a la tierra, porque será en ella, donde se librará la batalla final por vuestra libertad.
Como Príncipe de los Ejércitos Celestiales os hago un llamado Milicia Terrenal, para que estéis listos y preparados, porque la hora del combate espiritual en vuestro mundo está por comenzar.
Que vuestra Armadura Espiritual esté aceitada con la oración y reforzada con el ayuno y la penitencia.
Que el sellamiento con la Sangre del Divino Cordero, esté siempre con vosotros; que no os falte la invocación al Santo Espíritu, ni la protección y asistencia de nuestra Amada, Reina y Señora.
¡Mortales, llegó la hora de vuestra liberación; no os relajéis con la oración!
Formad fortines con vuestros hermanos y manteneos firmes en la fe; llevando siempre en vuestras manos el poder del Santo Rosario, con el cual vais a salir victoriosos en el combate espiritual de cada día.
Las horas nocturnas serán las más activas en la lucha espiritual; mi Padre va a tomar el espíritu de muchos de sus instrumentos para que combatan con la Milicia Celestial y conmigo a las fuerzas del mal en las horas de las tinieblas.
Hermanos, no olvidéis colocaros la Armadura Espiritual a mañana y noche, haciéndola extensiva a vuestros familiares, para que los espíritus malignos no puedan apoderarse de sus cuerpos. Os digo, el que se aparte de la oración y de Dios, va a correr el riesgo de perderse, si no hay quien ore por él.
Hemos sido enviados a proteger el Pueblo de Dios, pero es vuestra responsabilidad espiritual. orar, ayunar y hacer penitencia. Acordaos que respetamos vuestro libre albedrío; si no oráis y os apartáis de Dios, no podremos libraros de los ataques del enemigo de vuestra alma.
Nuevamente os digo: no os acostéis sin vuestra Armadura Espiritual puesta, porque los demonios van a estar buscando cuerpos para apoderarse de ellos y llevar el combate a vuestros hogares.
Haced de vuestros hogares fortalezas espirituales; que todo este sellado con la Sangre del Cordero de Dios, para que ninguna fuerza del mal pueda robaros la paz. Llevad siempre en vuestro cuello el poder del Rosario e imágenes y medallas benditas, preferiblemente exorcizadas.
Una medalla de la Sangre del Cordero de Dios colgada en vuestro cuello os va a ser de gran ayuda en vuestra lucha espiritual, porque alejará a los demonios encarnados que buscarán atacaros.
La pelea es espiritual, por lo tanto, no entréis en contiendas con espíritus encarnados, porque eso es lo que busca el adversario para vengarse de vosotros y causaros daño.
Cuando un espíritu encarnado os vaya a atacar, lo que debéis de hacer es sellarlo con la Sangre de Cristo y reprenderlo espiritualmente con oración, para que no pueda haceros daño.
Hermanos, espíritus malignos de todas las categorías y pecados muy pronto inundarán la tierra; por eso debéis de estar preparados espiritualmente, para que podáis repelerlos con la oración.
Aprended de memoria mi Exorcismo dado al Papa León Xlll y mi oración de combate, porque las vais a necesitar para la lucha espiritual.
Haced también la Coronilla a mis Hermanos los Arcángeles y Ángeles del Reino de mi Padre; leed la Santa Palabra de Dios y aprendeos de memoria pasajes bíblicos y salmos de liberación que os sirvan para repeler los espíritus.
Tened sacramentales en vuestros hogares en abundancia: agua, sal y aceite exorcizados, porque los vais a necesitar para ahuyentar las fuerzas del mal.
No olvidéis ungiros con aceite exorcizado en todo vuestro cuerpo y tomar sacramentales, para que os protejáis de las contaminaciones espirituales que estarán esparcidas en los aires.
Alimentaos del alimento espiritual; id lo más que podáis al Santo Sacrificio de la Misa, porque se están acercando los días en que las Casas de mi Padre van a estar cerradas y ya no lo vais a tener.
Estad pues listos y preparados porque los combates espirituales están por llegar a vuestro mundo.
Que la paz del Altísimo permanezca en vosotros.
Somos vuestros Hermanos y Servidores, Miguel Arcángel y los Arcángeles y Ángeles de la Milicia Celestial.”
Fuente: mensajesdelbuenpastorenoc.org








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."