¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Diciembre 23 2018
Llamado urgente de María Auxiliadora al pueblo de Dios.
Mensaje a Enoch.
Después del Aviso ya no seréis los mismos
“Hijitos, la Paz de mi Señor esté con todos vosotros y mi Amor y Protección Maternal, os acompañe siempre.
Pequeñitos, estad muy pendientes porque grandes manifestaciones en el cielo se os van a dar, antes de la llegada del Aviso. El cielo se os va a manifestar en las nubes y vais a presenciar fenómenos nunca antes vistos por ojo alguno. La llegada del Aviso está muy cerca y que tristeza que aún hay muchos que siguen pensando que este acontecimiento es para el futuro. No mis niños, estáis muy equivocados, vuestro paso por la eternidad está por darse; por eso el cielo os lo está anunciando, para que os preparéis y no os coja por sorpresa.
Hijitos, después del Aviso ya no seréis los mismos, en la eternidad seréis transformados; mi Hijo le dará a su rebaño los dones y carismas que necesita para enfrentar la gran batalla espiritual, todas sus ovejas serán selladas en la frente con la Sangre del Cordero. Esta será la señal que distinguirá al rebaño de mi Hijo, del rebaño de mi adversario. El Pueblo de Dios brillará con su luz y estará listo para el gran combate espiritual. Muchas almas Bienaventuradas que en este mundo lucharon contra el demonio, os acompañarán en vuestra lucha espiritual. Miríadas de Arcángeles y Ángeles, también estarán con vosotros; y yo, vuestra Madre, estaré en compañía de Miguel y los Ejércitos Celestiales, dirigiendo el Gran Ejército de Dios.
Mis niños, las élites illuminatis que le sirven a mi adversario ya están preparadas para darle la bienvenida al falso mesías. Todos los medios informativos y la gran mayoría de los gobernantes de este mundo, esperan la señal para comenzar el show del engaño en sus respectivas naciones. Este engaño incluirá proyecciones de imágenes en el cielo, que harán pensar a la inmensa mayoría de la humanidad que mi Hijo ha regresado a este mundo. No os dejéis engañar, mi Hijo ya no vendrá a este mundo, mi Hijo viene en gloria y esplendor, como Rey a reinar a su pueblo en la nueva y celestial Jerusalén. Millones de almas se van a perder por este engaño; van abrirle el corazón al falso mesías y lo van a adorar como si fuese el mismo Dios. ¡Qué tristeza siento en mi corazón de Madre, al ver la ingratitud de tantos que le darán la espalda a mi Hijo, por seguir la doctrina del falso dios! ¡Pobres almas, cuando despierten del engaño, va a ser muy tarde para ellas!
Hijitos, durante el tiempo que dure el último reinado de mi adversario, debéis de intensificar vuestra oración, ayuno y penitencia, porque los ataques en vuestro ser, los demonios intensificarán. Acordaos que es su último reinado, el infierno va a trasladarse a la tierra y los demonios de todas las clases y rangos, estarán en vuestro mundo, buscando por todos los medios de hacer perder el mayor número de almas. Los demonios de la carne tomarán forma humana para seducir a los hombres y mujeres, buscando con su lujuria la caída de muchos.
No olvidéis mis niños que mi adversario os conoce y sabe de vuestras debilidades; por eso debéis de correr a cerrar con la oración, el ayuno, la penitencia y la confesión, toda puerta espiritual abierta que tengáis por pecados no confesados. Acordaos de las treinta y tres eucaristías seguidas para que cerréis las puertas intergeneracionales; entregad en las misas en el momento de la elevación, vuestro árbol genealógico paterno y materno y vuestros antepasados, para que os vayáis liberando de estas cargas. Es hora mis niños de estar aferrados a Dios, como el sarmiento a la vid; porque se están acercando los días del gran combate espiritual, donde seréis puestos a prueba hasta que brilléis como crisoles.
De nuevo os digo, aquí está vuestra Madre, contad conmigo; acompañadme con el rezo de mi Santo Rosario y mi protección maternal os protegerá de todo mal y peligro. ¡Ánimo mis niños, no tengáis miedo! Si permanecéis a mi lado, yo cuidaré de vosotros, como lo hace la gallina con sus polluelos.
Que la paz de mi Señor, permanezca en vosotros.
Vuestra Madre, María Auxiliadora.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."