¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Agosto 05 2018
Llamado urgente de Dios Padre a la humanidad.
Mensaje A Enoch
Dejad de pecar y de quebrantar mis preceptos
“Hijos míos, mi Paz sea con vosotros.
Yo soy vuestro Padre, Uno Y Trino, Señor de señores, Dios de dioses; fuera de Mí, no hay más dioses. Yo soy el creador de todo lo visible e invisible, el Alfa y la Omega, Señor y Dios de todos los tiempos. Quiero que todos mis Hijos, me rindan adoración y culto en esta fecha; que toda mi heredad, celebre en este día a nivel mundial mi fiesta. Que todo el mes de agosto sea dedicado a honrar mi Nombre.
Pueblo mío, Heredad mía, todo ha comenzado a desatarse ya, a medida que vayan pasando los días, vuestra purificación se irá acrecentando. Hijos míos, si os enviara mi Justicia con todas sus tribulaciones, os aseguro que no lo resistiríais; como Padre, no deseo vuestra muerte, si no purificaros para que mañana un resto de vosotros, sea mi Pueblo fiel. Ya estáis en los tiempos de la purificación, pero todavía os falta mucho para estar totalmente purificados; os necesito fortalecidos en la fe, en el dolor y el sufrimiento, para que podáis pasar la gran prueba que será el último reinado de mi adversario; donde sentiréis en el cuerpo, el alma y el espíritu, la máxima purificación que os acrisolará para que brilléis con luz propia y podáis ser llamados mi Pueblo elegido.
Os estoy purificando paso a paso, para que podáis fortaleceros en el cuerpo, alma y espíritu, con el fin de que mañana salgáis victoriosos en los días de la gran prueba. Por la intercesión de mi Amada Hija María y Madre vuestra, que unida a todos los seres celestiales en alabanza, adoración e intercesión, claman misericordia para la humanidad, es por lo que me he abstenido de enviaros todo el rigor de mi Santa Justicia. Entended humanidad que soy más Padre que Juez, no me complazco con la muerte del pecador. Pero veo con dolor de Padre como a diario quebrantáis mis preceptos y cometéis injusticias con vuestros hermanos.
Siento gran tristeza al ver el pecado y la maldad que caminan con la inmensa mayoría; me duele ver la degradación moral, social y espiritual, en que ha caído esta generación, que hace de ella, la más perversa y pecadora de todas las generaciones que han existido. Mi creación la habéis convertido en una cloaca de maldad y pecado y ella clama justicia; quisiera desatar sobre vosotros todo el rigor de mi justo castigo, pero me abstengo porque de hacerlo no quedarían sobrevivientes para ocupar mañana mi Nueva Creación.
Sino os enviará primero mi Aviso, os aseguro que se podrían contar en los dedos de las manos los que se salvarían: porque el pecado y la maldad de ésta humanidad de estos últimos tiempos ha sobrepasado todos los límites. El código del Amor con el cual cree todas las cosas y las criaturas, el pecado y la maldad de esta generación lo han mancillado. Como Padre de la creación y las criaturas, nunca antes había visto tanta maldad y pecado de parte de mi criatura más amada, el hombre. La inteligencia con la cual lo doté es hoy utilizada para servicio del mal; mi creación se está viendo afectada por toda la maldad y el pecado de esta generación y corre peligro de desaparecer. Si no os enviará el castigo, el hombre de hoy destruiría mi creación.
Os di la gracia del libre albedrío porque como Padre, mi esencia es el Amor y la Misericordia, más que mi Justicia; esperaba que mis criaturas hechas a imagen y semejanza Mía, también obraran por el camino del bien. Pero no, habéis utilizado vuestro libre albedrío para caminar en el mal y obrar con injusticia y de seguir así, vosotros mismos os vais a destruir. Os estoy hablando como Padre, recapacitad hijos míos, ¿cómo tengo que deciros que no quiero vuestra muerte? Dejad de pecar y de quebrantar mis preceptos, si así lo hiciereis, os aseguro que os perdonaré y tendré con vosotros más Misericordia que la que tuve con los habitantes de Nínive. A mayor pecado, mayor misericordia, si os convertís.
No os he enviado el castigo como lo merecéis, porque soy fiel a mi Palabra y espero como Padre a que se agote la última milésima de mi Misericordia. Entended que os amo y quiero que volváis a Mí, así como lo hizo el hijo pródigo. No quiero que me conozcáis como Juez, porque os aseguro que para mi Justicia, ninguno de vosotros es irreprochable. Mi Aviso está llegando y es la última puerta abierta de mi Misericordia, espero que al pasar por la eternidad os despertéis de vuestro letargo y volváis al amor de Dios. Nuevamente os digo criaturas, os amo y no quiero vuestra muerte, si no que viváis, para que podáis habitar mañana mis Nuevos Cielos y mi Nueva Tierra.
Vuestro Padre, Yahveh, Señor de la Creación.
Dad hijos míos a conocer mis mensajes, a toda la humanidad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."