
Me duele y entristece ver a mis jóvenes perdidos en la drogadicción y la prostitución y ver a sus padres que no hacen nada por remediar

Millones de almas conviven hoy con los demonios de la carne. Los espíritus malignos están controlando, guiando y dirigiendo la vida de millones de seres...

Vuestro campo de batalla es vuestra mente, los demonios buscan tomar control de ella, para luego apoderarse de vuestro cuerpo

Se avecinan los días de la guerra
Salva tu Alma27 MarchMarch 27Blog, Enoc, Colombia
La mecha que prenderá la guerra ya está encendida; sólo falta un desacierto o un mal entendido para que se desate el conflicto bélico

El Papa huirá de Roma y establecerá su sede en Jerusalén. Comenzará entonces, la abominación

El hambre, desempleo, carestía, virus, pestes y plagas, serán otras de las tantas purificaciones por las que tendrá que pasar la humanidad. El dinero no va...

Preparaos, los días de guerra están llegando
Salva tu Alma22 MarchMarch 23Blog, Enoc, Colombia, Vax
9/3/2016: La guerra estremecerá mi creación y ésta gemirá con sus últimos dolores de parto. Muchas naciones van a desaparecer de la faz de la tierra

El atentado y muerte de uno de los reyes de este mundo será el detonante que hará que la economía mundial caiga definitivamente. La humanidad quedará...

Toda la tecnología que hoy veis en las máquinas de guerra de las grandes potencias, viene de parte de estos seres infernales que la humanidad llama...

No perdáis más el tiempo en preocupaciones y vanidades mundanas, porque todas estas cosas con tan efímeras y hacen parte de este mundo que muy pronto...

Preparaos para la llegada del tiempo de mi Justicia
Salva tu Alma28 FebruaryFebruary 28Blog, Enoc, Colombia
27/1/20: Permaneced alertas y vigilantes, no descuidéis la oración; que vuestra fe, permanezca firme a pesar del sufrimiento y las calamidades por las que...

Mi adversario está próximo a hacer su declaración universal
Salva tu Alma24 FebruaryFebruary 24Blog, Enoc, Colombia
13/11/2017: Debéis de estar muy atentos a seguir las directrices e instrucciones del cielo, para que podáis sobrellevar esos días de purificación




“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."