
El ángel es el vínculo absoluto entre Dios y el hombre; sin ángel no podríamos conocer a Dios, no tendríamos vínculo espiritual para rezarle, para...

La hambruna se apodere de la humanidad y los lamentos, unidos a revueltas sociales, serán por toda la Tierra. Esta hambruna es necesaria para el Anticristo,...

Los días venideros serán inquietantes, pero nada debéis temer, ni la vida difícil ni la muerte del cuerpo; y cuando Dios lo decida, la tierra y sus...

Del mismo modo que envié el Diluvio cuando los hombres se molestaron en su carne, ya no me quedaré mirando... Estos pecados claman venganza a Dios y serán...

Me manifestaré a través de la ruina de vuestra sociedad depravada, irrespetuosa y permisiva... Lo mismo ocurre con los habitantes de la tierra, y más...

¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?
Salva tu Alma16 NovemberNovember 16Blog, Soeur Beghe
La tierra rebosa de metales preciosos, gas y todo tipo de riquezas, y la mayoría de la gente lo sabe. Las extracciones se realizan con regularidad, pero,...

La economía cae paulatinamente y el dinero que conocen en este momento no servirá para nada, a menos de que se coloquen el sello del Anticristo. En ese...

(S2113) – Secreto dado por la Santísima Virgen María a Henri, Místico de la Orden Romana de María Reina de Francia Henri: Estaba mirando el Cielo, que esta...

Un gran conflicto que nadie ve venir, interétnico entre tres pueblos…
Salva tu Alma14 NovemberNovember 14Blog, Henri, Francia
La desviación ha disuelto toda Fe. La violencia ciega bloquea toda reconciliación y llama a la exacerbación. Hijo Mío de predilección, ruega ahora por...

En todo el mundo, el régimen político se volverá despiadado... La respuesta para silenciar al pueblo será el uso de la fuerza... Debéis rezar mucho en...

Ha comenzado hábilmente a ejercer su influencia. A su tiempo, se proclamará el elegido. Sólo será un déspota y un tirano. Este prestidigitador, a través...

La humanidad se dirige hacia la ruina generalizada... Las tensiones internacionales empujarán a los pueblos a la guerra civil. Disturbios y motines en la...




“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."