
La vida en la tierra es un Vía Crucis, y Yo he tomado la parte más dura. Sé que muchos de vosotros os enfrentáis a la dureza de este camino, pero poned...

Se predice un tiempo de tribulación. Os he dicho que oréis y os preparéis. Vuestra alma debe estar preparada para ver el Rostro de Dios. Dios promete...

El fuego seguirá purificando, así como el agua
Salva tu Alma15 FebruaryFebruary 15Blog, Gisella Cardia: Mensajes
Hijos Míos, no tengáis miedo, ¡tened esperanza! Hijos Míos, Mi Señor en este momento está confundiendo a los poderosos. Los amigos se convertirán en...

Estos momentos fuertes para la humanidad son los que deben transitar con mayor cuidado; cada paso deben darlo con Mi Divino Hijo para que no caigan en terreno...

Porque os habéis adherido al mal, el mal devorará vuestras tierras, todas vuestras tierras; con eso me refiero a vosotros mismos, pero también a vuestros...

Un gran acontecimiento se aproxima, mucho peor que el diluvio en los días de Noé, mucho peor que las plagas del antiguo Egipto, mucho peor que el fuego...

Llamo a Mis fieles a ser la sal de la tierra y Mi Luz para el mundo. Si la sal pierde su sabor, entonces no sirve para nada. Así que sed fieles a seguir Mis...

El camino es cada vez más difícil y muchos abandonarán la oración. ¡Hoy he venido a pediros que perseveréis y que sigáis rezando más que nunca! Sin la...

Sed fieles a vuestro Ángel de la Guarda como él es fiel a vosotros, rezadle todos los días y a menudo, porque será más eficaz si estáis cerca de él. Si,...

Como hijos Míos deben buscar la fraternidad y no destruirse, sino ministrarse unos a otros. No se encuentran obligados a creer en Mis verdaderos instrumentos,...

Alejaos de aquellos que quieren transformar y que buscan desestabilizar Mi Iglesia. ¡Huye de los sepultureros y de los dispensadores de mentiras! ¡No os...

No olvidéis que los días se acortan, y cada minuto que el Cielo os concede es muy precioso. Orad por aquellos que os acosan, para que encuentren de nuevo la...




“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."