¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Diciembre 10 2017 – Llamado urgente de los Arcángeles y Ángeles Custodios del Reino de Dios, a la humanidad
¡Almas que estáis en pecado mortal, arrepentíos de una vez!
“Alabado sea el Altísimo, Bendito sea su Santo Nombre de generación en generación. Aleluya, Aleluya, Gloria a Dios.
Hermanos, la Gloria de Dios muy pronto se os manifestará; corred mortales a poneros en paz con el Altísimo, porque se acerca el día grande del Señor.
El Aviso está cerca y cuando llegue, toda vuestra vida pasará como una película ante vuestros ojos. Todo en vuestro paso por la eternidad, será juzgado, pesado y medido; hasta vuestras palabras ociosas y de doble sentido, serán tenidas en cuenta.
¡Ay de aquellos los de vocabulario soez y, ay de aquellos que con su boca sólo profieren maldiciones; ay de los que calumnian y profieren mentiras, porque van a sentir fuego que refrendará sus lenguas! El averno espera a la inmensa mayoría de ésta humanidad que le ha dado la espalda al Dios de la vida.
¡Pobres almas, no quieren despertar, siguen en su loca carrera de pecado; si no se arrepienten antes del Aviso, la muerte eterna encontrarán en la eternidad!
Todos los que estén en pecado mortal cuando llegue el aviso, irán directamente al infierno. Sólo alcanzarán misericordia los que estando en pecado mortal se arrepientan antes del Aviso.
A esos se les llevará al infierno, pero no se perderán, se les dará una oportunidad para que al regresar, se aparten del pecado y retomen la senda de la salvación.
Por eso hermanos, os estamos exhortando para que os arrepintáis y os pongáis en paz con Dios, antes de que llegue vuestro paso por la eternidad; porque de no hacerlo, lo más seguro es vuestra muerte eterna. Somos Arcángeles y Ángeles Custodios del Reino de Dios, los que nos estamos comunicando con vosotros.
Os pedimos con humildad que volváis a Dios con sincero corazón; ¡dejad de pecar hermanos, parad ya de ofender al Altísimo! Acordaos que lo que está en juego es la salvación de vuestra alma y nuestro Padre no quiere vuestra muerte, si no que viváis eternamente.
Hermanos, muchas almas se van a condenar cuando llegue el Aviso, por no querer acogerse a la misericordia de Dios en este mundo. Os preguntamos almas que vivís en pecado mortal: ¿Qué estáis esperando para volver a Dios? Mirad que ya son instantes de Misericordia los que estáis viviendo, no los dejéis agotar.
¡Apresuraos a poner vuestras cuentas en orden, corred a confesar vuestros pecados, para que limpiéis vuestra alma y así podáis alcanzar misericordia en eternidad!
¡Almas que estáis en pecado mortal, arrepentíos de una vez! Hacemos un llamado urgente a todos los que están en pecado mortal, para que cuanto antes se alejen del pecado, se arrepientan, se confiesen y reparen por sus faltas. Hermanos, no desatendáis nuestro llamado; recapacitad y no pequéis más, porque el día del Aviso está tocando a la puerta de vuestra alma.
Gloria a Dios, Gloria a Dios, Gloria a Dios. Aleluya, Aleluya, Aleluya, y paz a los hombres de buena voluntad.
Vuestros Hermanos y Servidores, Arcángeles y Ángeles Custodios del Reino del Altísimo.
Dad a conocer nuestros mensajes a toda la humanidad, hijos de Dios.”
Fuente: mensajesdelbuenpastorenoc.org








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."