¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Marzo 30 de 2020
Llamado de San Miguel al Pueblo de Dios. Mensaje a Enoch.
Estamos librando fuertes combates contra las huestes del mal
¿Quién Como Dios? ¡Nadie Como Dios!
“Que la Paz del Altísimo, esté con todos vosotros.
Simiente de mi Padre, días de grandes pruebas se aproximan para toda la humanidad, pero vosotros Pueblo de Dios, no temáis. Yo, vuestro Príncipe, ya estoy en medio de vosotros en compañía de mis Hermanos, los Arcángeles y Ángeles, de la Milicia Celestial. Estamos librando fuertes combates contra las huestes del mal, en el espacio de vuestro mundo. Pedid mi protección Hermanos, y llamadme tres veces con mi grito de batalla: ¿Quién como Dios? ¡Nadie como Dios! y gustoso vendré en compañía de mis Hermanos, a daros nuestro auxilio.
Pueblo de Dios, mi Exorcismo hecho con fe, alejará también de vosotros toda pandemia, toda peste, y todo ataque del enemigo de vuestra alma. Los días de tribulación están en medio de vosotros; orad, suplicad y alabad la Gloria de Dios, y no temáis. Acordaos: Mi Padre, ha dado orden a los Arcángeles y Ángeles, para que os protejamos en todos vuestros caminos, os llevemos en los brazos, para que vuestro pie no tropiece con piedra alguna. (Salmo 91, 11-12) Si vivís bajo la sombra protectora del Altísimo, El, será vuestro refugio y amparo. (Salmo 91, 1-2)
Las promesas de este poderoso Salmo se han cumplido en todos los tiempos de la existencia humana. Moisés, oró con este Salmo, junto con el Pueblo Hebreo, la noche en que el Ángel de la Justicia de Dios, pasó por Egipto exterminando a sus primogénitos. Haced también vosotros lo mismo, Pueblo de Dios, de estos últimos tiempos; y os aseguro que sí lo hacéis con fe y os selláis con la Sangre del Divino Cordero, ninguna plaga ni peste, ni virus, podrá tocar a la puerta de vuestros hogares.
Simiente de mi Padre, con estas pequeñas pruebas que el Altísimo está permitiendo que os lleguen, lo que busca el Cielo es que vuestra fe y confianza en Dios, se afiancen; para que cuando lleguen los días de la Gran Tribulación, vuestra fe, sea tan firme que nada ni nadie, os pueda robar la Paz o apartar del Amor de Dios. Conservad pues la calma Pueblo de Dios; no entréis en pánico ni temor, porque el temor no viene de Dios. Confiad y Alabad, la Gloria del Altísimo, y os aseguro que los días que están por llegar de Gran Tribulación, pasarán como un sueño para vosotros.
Que la Paz y Protección del Todopoderoso, permanezca en vosotros, Israel, Pueblo de Dios.
Vuestro Hermano y Servidor, Miguel Arcángel.
Dad Hermanos a conocer mis mensajes, a toda la humanidad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."