¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
11 de diciembre de 2025 – Mensaje del Cielo a Christine, Francia
§1. En estos tiempos que vienen…
§2. Mantengan la fe, la fuerza y el valor

(Lectura: 2 min.)
§1
El Señor: «Mi pluma, en el reflejo de su corazón, llevará alegría a los hombres.
Hijos, Yo soy el que Soy, el que viene a liberarlos de los miasmas del Maligno y a llevar a sus corazones y almas un nuevo amanecer.
En estos tiempos que vienen, que ya están aquí, del Mal y sus secuaces, vengo a llevar a cada uno de ustedes el río de Agua viva de Mi Corazón para abrevar sus corazones con Mi Palabra de vida y hacerlos elevar al Cielo de Mi amor. No teman, sino trabajen en silencio. Trabajar es llevar la oración en el corazón, oración que transformará sus palabras en un río de Agua viva sin que se den cuenta.
Vengo, desde Mi Cielo de Gloria, a derramar en sus corazones y en sus almas el recuerdo de Mi Palabra, que es vida y fuerza viva.
Vengo por Mi Palabra a colmarles de Mi fuerza y a llevarles el Agua viva que les hará caminar recto en la tormenta y en las tormentas venideras.
La lucha será espiritual, toda la Oscuridad se levantará contra la Luz; ¡tantos hombres de las logias y sociedades secretas traerán la fuerza del Mal a su mundo!
No dejen que sus corazones se congelen de miedo, ni que sus almas se turben, ni que sus espíritus lloren, sino conviértanse en verdaderos combatientes del Cielo, que nunca se dejan atrapar en la trampa de los infames y del Infame que los gobierna.
Ustedes saben que su socorro está en el Nombre del Señor, en Mi Santísimo Nombre. Vengan a Mí y les llevaré el Agua viva de Mi Corazón y no podrán ser perturbados ni desesperados por la ola del Mal que invadirá toda la Tierra.
§2

Mantengan la fe, la fuerza y el valor, entren en el silencio y la contemplación y vengan a Mí sin cesar. Con el corazón anclado en el Mío y el alma en reposo en Mi Espíritu, la Fuerza divina cuidará de sus almas y caminarán sobre arenas ardientes y no temerán.
Hijos, vengo a buscar a los Míos y a llevarlos a la Morada eterna de Mi Corazón, que vibra de amor por ustedes. Vengo a sus moradas para llevarles fuerza, valor y discernimiento; no podrán ser engañados si permanecen en Mí. Los hago vencedores en estos tiempos de dolor, estos tiempos de apostasía y crueldad.
Oren, hijos Míos, y permanezcan en Mí, pero oren sin cesar, con el corazón unido al Mío.
Aprendan a volar, aprendan a abandonarse y dejen entrar en ustedes Mi Palabra, que es vida, Mi Palabra de verdad.
Oren y oren sin cesar, con el corazón unido al Mío, y no podrán ser engañados.
En el silencio, permanezcan en Mi Corazón y ningún demonio podrá engañarlos. No teman, Yo he vencido al mundo, ustedes también vencerán, incluso en las peores pruebas.
Permanezcan y abandonense en Mi Divino Corazón y se les trazará el camino y vencerán al demonio y a sus secuaces y, en el silencio y la paz interior, permanecerán.
Pero oren, hijos, oren sin cesar. Orar sin cesar es permanecer con el corazón unido al Mío permanentemente. Así, la confianza morará en ustedes y no podrán ser engañados ni abusados. ¡Tengan confianza!»
Fuente: Messages du Ciel à Christine





Dios Padre: «



“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”




"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."