¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Extractos de una profecía del Cielo a Henri, fundador de la Orden Romana de María Reina de Francia
Nota para el lector: Las profecías como la de Jonás sobre Nínive siempre dependen de la respuesta del pueblo de Dios. Pueden cumplirse tal y como se predijeron, pueden retrasarse, atenuarse o cancelarse. Todo depende de la voluntad del hombre de huir del mal y abrazar el bien. Por lo tanto, si las profecías no «se cumplen», no es porque el vidente o lo que dice sea falso, sino porque es una gracia del Cielo.
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Profecía precisa con fecha del 19 de mayo de 2024. Oremos con fuerza para que no suceda, como en Nínive y con el profeta Jonás.
(Lectura: 1 min.)
Henri: «¡Y tú, [país con la bandera tricolor], ¡sal ahora de las tinieblas! ¡Ahora, [país con la bandera tricolor]! ¡Antes de que sea demasiado tarde!
Y tú, [país con la bandera tricolor], en 2025 sufrirás terriblemente. Recordarás, [país con la bandera tricolor], estas palabras porque no quisiste aceptar lo que se te dio para tu salvación.
Y tú, [ciudad costera entre dos volcanes], tú, [ciudad costera entre dos volcanes], verás la sangre brotar incluso de las piedras en 2025 (¿lava roja?); y recordarás, [ciudad costera entre dos volcanes], estas palabras.

Y cuando, en 2025, ustedes que me escuchan en el (canal de video) “Radio Sole Vivo” [1] recuerden estas palabras pronunciadas el día de Pentecostés de 2024 (domingo, 19 de mayo).
Cuando vean [la ciudad costera entre dos volcanes] ensangrentada (quizás en referencia al rojo de la lava), recordarán… y entonces reconocerán que la Orden Romana no es una obra de falsedad y mentira, sino una obra de verdad.
Tú [ciudad costera entre dos volcanes] acudirás a la Capilla de la Reparación después de haber visto tu suelo teñido de sangre (¿lava que brota del suelo?).
Queridos hermanos y hermanas, en 2025 veremos que lo que se anunció y se profetizó se ha cumplido y era cierto.
Esperen estas desgracias, queridos hermanos y hermanas, porque son inminentes.
A menudo oigo decir que en los mensajes de la Orden Romana se habla de catástrofes, se habla de sufrimiento, pero queridos hermanos y hermanas, somos nosotros quienes hemos provocado todo este mal, todo este sufrimiento.
Sin embargo, pueden implementarlas (aumentarlas -las catástrofes), repararlas, mitigarlas.
Todos estos sufrimientos que han provocado son necesarios para su purificación. Todos estos sufrimientos no significan el fin, son solo una etapa antes de ver la luz, antes de ver la esperanza. …
… María les ha concedido hoy unas gracias que no pueden dejar de acoger.

- Pidan a María que tome en Sus manos, en Su Corazón, a vuestra familia, a vuestro país.
- Pidan entonces a María que devuelva la luz de la paz a su familia, a su país, a su nación.
Termino con esta última frase:
Queridos hermanos y hermanas, los últimos mensajes han sido olvidados. He puesto voluntariamente fechas, años, para que constituyan una prueba para ustedes. He querido que estos mensajes estuvieran contextualizados, situados en un espacio de tiempo preciso, para que, en el momento en que se realicen los acontecimientos [2], den testimonio de la misma profecía».
- Fuente (video “Ultima …Profezia…” – Italiano): Radio Sole Vivo
- Últimas noticias (6 de noviembre de 2025): Más información…








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."