¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(S25) – Sons and Daughters of the Lamb of the Immaculate Conception (Hijos e Hijas del Cordero de la Inmaculada Concepción), Apostolado de la Misericordia – Extractos de Mensajes
§1. Pronto se cerrarán estas puertas
§2. La traición de Mis hijos sacerdotes

En el Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, dentro de la Santa y Divina Voluntad de Dios.
§1
(Lectura: 3 min.)
1. Pronto se cerrarán estas puertas
«Hijos Míos, ha llegado la hora. Miren a su alrededor y ¿qué ven?
El mundo está sumido en el caos, pero Mis hijos que están en Mi Voluntad están en paz. Sí, están en paz porque Me tienen a Mí. No piensen que les he abandonado. … Hijos e hijas Míos, les agradezco sus continuas oraciones, ahora les pido que participen en Mi Pasión.
… El Cordero Sacrificial es un regalo de Dios a la humanidad.

La Iglesia Católica es el lugar de Mi Sacrificio porque consiste en el pan de vida. Esta ofrenda de vida abrió las puertas de Mi Iglesia. Muchos otros siguieron, pero la Iglesia Católica abrió las primeras puertas.
Hijos, deben darse cuenta de la importancia de este regalo: atesórenlo, porque pronto estas puertas se cerrarán y entonces tendrán la iglesia en sus hogares, tal como era en el principio.
Esto no es para castigarles, sino para protegerles del mal que ha causado angustia y caos.
Deben ser conscientes de que cuando se cierren las puertas de la iglesia y celebren la Misa en sus hogares, Me tendrán a Mí y Yo les proporcionaré el sacerdote, el lugar y las cosas materiales necesarias para realizar el Sacrificio de la Misa.
Sus corazones estarán unidos a Mí y sobreviviremos a este encuentro y podrán vivir una vida para Mí en la Divina Voluntad. CONFÍEN, hijos Míos, porque se acerca el día en que todo será renovado. La nueva primavera está cerca, no teman, porque Yo estoy siempre con ustedes».
§2
2. La traición de Mis hijos sacerdotes

“Roma perderá la Fe y se convertirá en la sede del anticristo…”
«Judas me traicionó y muchos más me traicionarán.
Hoy hablaremos de la traición de Mis hijos sacerdotes. ¿Entienden el impacto de la Iglesia en la sociedad?
Es la fuente principal del crecimiento de Mi amor, la fuente que trae almas a Mí. Es todo lo que vine a ser en un solo acto de sacrificio: amor por la humanidad. ¿Entienden la importancia de esto para Mis sacerdotes?
Ellos son una representación de Mí, un testamento vivo de la fe con cuerpo y sangre. Son Mi presencia en la tierra y Me representan ante el pueblo. Yo vine para que vivieran. Mis hijos, que tomaron Mi apariencia, deben actuar como Yo para ser la luz de Mi amor y Mi paz. Necesitan permanecer cerca de Mi Corazón, porque muchos de Mis sacerdotes han olvidado a quién representan, y muchos se han convertido en Judas para Mí.
Estos sacerdotes hablan de boquilla y se vuelven hacia el mundo en lugar de hacia Mí, viviendo una vida de pecado y actuando como si Yo no existiera.

Muchos de Mis sacerdotes verán Mi Justicia, pues han traicionado su juramento de las Órdenes Sagradas al servicio de Mí y de Mi pueblo.
¡Ay de Mis hijos sacerdotes, los pastores que están destruyendo y dispersando las ovejas de Mi rebaño! (Jeremías 23:1) Son hombres necios; les he dado Mi Iglesia para que guíen y salven a Mi rebaño, y ustedes lo destruyen. Yo les he dado todo, y ustedes no Me han dado nada a cambio. Mi Madre llora de dolor por Sus hijos a quienes ustedes han abandonado.
Vengo a decirles que Mi Misericordia es ahora, vuelvan a Mí antes de que llegue Mi Ira. Los abrazaré con los brazos abiertos: díganle a Mi pueblo que han tropezado y que los han desviado del camino, pidan su perdón, vuelvan a Mí.
A Mis obispos y cardenales que han permitido que el mal entre en Mi Iglesia: pagarán un precio; denme sus pecados y yo les mostraré misericordia.
Son fariseos modernos con corazones endurecidos, una guarida de víboras, que se colocan en posiciones de control, codicia, extorsión y pecados de la carne. Serán responsables de sus pecados contra mí y mi pueblo. Ruego al Padre que tenga misericordia de ustedes.
No dejen que Satanás continúe tentándolos y apártense de sus malos caminos, hay muchos como ustedes en Mi Iglesia.
Misericordia, misericordia para Mis sacerdotes que están al borde de la extinción.
Hoy declaro que Mi Iglesia está en estado de exilio con aquellos que han permitido que el mal, el pecado, exista dentro de los muros de Mi Iglesia.
Ahora están entrando en su castigo y serán puestos a prueba en su fe. Daré misericordia a aquellos que la pidan.
Nosotros, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, no permitiremos que destruyan esta institución de fe, Una, Santa, Católica y Apostólica. Estoy con ustedes siempre».
Fuente: Apostolate of Mercy








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."