¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
13 de septiembre del 2025 – Mensaje de Dios Padre a Luz de María
§1: A Mis hijos les es imposible ocultarse de Mí.
§2: Esta generación continúa y continuará siendo purificada
§3: Como Padre les llamo a convertirse en criaturas de paz
§4: Comentario de Luz de Maria
(Lectura: 3 min.)
§1
«Amados hijos, son la niña de Mis Ojos… (Dt. 32,10).
Les miro en donde se encuentren.
Jamás se alejan lo suficiente de Mi vista para que Yo deje de mirar cuanto obran o actúan.
A Mis hijos les es imposible ocultarse de Mí… Les llamo una y otra vez, les presento diversas oportunidades para que regresen a Mí.
Les he concedido un momento de Misericordia y les doy la oportunidad de venir a Mí nuevamente como si fuese la primera vez.
- ¡Arrepiéntanse en este ya en el que viven!
- ¡Arrepiéntanse antes de que sea tarde!
Como Padre amo a cada uno de Mis hijos, por lo que a los que se han alejado de Mí les extiendo Mi Misericordia para que regresen a Mí.
Amados hijos, deseo que todos se salven y lleguen al conocimiento de Mi Verdad (I Tim 2,4).
- Viven en este !YA! en el que permanecen…
- En este !YA! –del cumplimiento de cuánto les he anunciado y aun así no desean cambiar de vida– continúan siendo necios, rebeldes, soberbios, desobedientes, se rebelan permitiendo que el yo humano les domine.
Viven de la costumbre y en la necedad; son los mismos, se alimentan de las migajas de Mi Mesa pudiendo vivir de la plenitud de Mi Amor siendo criaturas de fe y de obediencia (Lc. 15, 11-32).
Hijos, para cambiar no basta con pronunciar palabras, sino es necesario que se transformen en criaturas diferentes que se despojan de las cadenas que les atan a los vicios del pecado (Mt. 7, 21-27).
§2
Esta generación continúa y continuará siendo purificada hasta que lleguen a habitar la Tierra Nueva y ustedes hijos, sean criaturas renovadas.
Fuertes cambios suceden en la Tierra, los movimientos sísmicos son y serán más intensos que en el pasado.
El agua, el fuego, la tierra y el aire ya no actúan como antes, sino desatan toda su furia, recordándoles lo lejanos que se mantienen de Mi Casa.
Pasarán por transformaciones en la misma Tierra cambiando su geografía en todos los continentes.
Si buscan seguridad, ¡conviértanse ya!
Los sismos serán fuertes próximamente, el agua de los mares mantendrá en alerta a Mis hijos, los que deberán buscar lugares altos debido a fuertísimos oleajes.
Ciudades de pecado desaparecerán; a Mis fieles los rescatarán Mis Ángeles.
El agua en [los estados del Águila, el País del Dragon Rojo y el País con la Torre Eiffel] será contaminada por la radioactividad.
Les he llamado a guardar agua, lo mismo vivirán (por la radioactividad) [el País del Oso, el País de los Samuráis, el País de la capital Nueva Deli, el País de la capital Seúl y el País del río Dniipro]. ¡Cuánto Me duelo por ello!
Fuego caerá del cielo cuando los Cuerpos Celestes [1] penetren la atmósfera de la Tierra.
§3
Como Padre les llamo a convertirse en criaturas de paz, respeto, amor, obediencia, cumplidores de Mi Voluntad, sin esperar el crisol para ser diferentes.
El tiempo será el no tiempo, quedará en el olvido en los momentos más cruciales de la purificación.
Amados, ha llegado Mi Voluntad para ser cumplida en la Tierra (Mt. 6, 6-13).
Por ello las criaturas humanas se lanzan unos contra otros por la misma desesperación del pecado que les carcome por dentro y las insinuaciones del demonio les llevan a rebelarse contra Mí.
Hijos Míos, les amo, prepárense para enfrentar el Aviso [2], llegará sin que lo esperen.
Mis Ángeles protegen a quienes se mantienen en el combate diario contra las malas inclinaciones y los deseos perversos hacia los hermanos.
Son demasiados los que creen hacer el bien y Yo les juzgaré por haber actuado en el mal en contra de sus hermanos.
No teman, son Mis hijos, no les daré piedras por pan.
Su Padre».
Ave Maria Purissima,
concepita senza peccato
Ave Maria Purissima,
concepita senza peccato
Ave Maria Purissima,
concepita senza peccato
§4
Comentario de Luz de Maria
“Hermanos, ante las Palabras de Nuestro Adorado Padre, solo puedo decir:
¡Padre, sé nuestro refugio en todo momento!
Adorado seas en todo tiempo y lugar por los siglos de los siglos. Amén.”
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Fuente: Revelaciones Marianas
“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”
"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)" 
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)." 
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."