¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
De los mensajes de Nuestra Señora de Emmitsburg a Gianna Talone, E.E.U.U.
Preparación espiritual ~ 9
Curso de preparación de Nuestra Señora de Emmitsburg para fortalecer la fe de los que tendrán que afrontar los acontecimientos de la Tribulación, que pronto sacudirán nuestro planeta.
§1. No dejen que los pensamientos negativos cambien o afecten sus sentimientos y emociones
§2. Apártense de sus preocupaciones, sean cuales sean
§3. Tengan confianza en Su Amor y confíen en Su asistencia para ayudarles
§4. Cuando recen por los demás, la Misericordia de Dios puede desplegarse
§5. Es tan necesario que regresen pronto a Dios antes de que sea más difícil cambiar

§1
Lectura: 5 min. (que pueden cambiar la dirección de tu vida)
Nuestra Señora de Emmitsburg:
1. No dejen que los pensamientos negativos cambien o afecten sus sentimientos y emociones
(L625) «Mis queridos hijitos, ¡alabado sea Jesús!
Por favor, ¡sigan elevando sus corazones en cantos de alabanza! El mal no puede existir en la pureza de la Luz [de Jesús]. Sean un ejemplo viviendo sus vidas con pureza y misericordia.
Pequeños, por favor, no dejen que los pensamientos negativos cambien o afecten sus sentimientos y emociones. Pueden disciplinar su mente para evitar los pensamientos negativos para que no dominen sus sentimientos.
La paz que mantienen está controlada por sus emociones, que se procesan a través de su mente. Sus pensamientos deben centrarse en cumplir la Divina Voluntad de Mi Hijo a través de su amor y aceptación.
No desprecien a nadie. No hay tiempo para el odio o la condena. Esto sólo les distanciará de Mi Hijo y del cumplimiento de Su deseo. Así es como los Santos de Mi Hijo lograron la Victoria en medio de la confusión. Su mente era su «celda» para su cuerpo y un lugar que preservaba la paz y la fidelidad a Mi Hijo.
Hijos Míos, ¡ESTÉN EN PAZ, y continúen rezando, rezando, rezando!
Por favor, NO se distraigan por circunstancias que puedan perturbarles, hacer que se pongan a la defensiva o incluso que les causen miedo. Disciplínense mediante la oración, el ayuno y la humildad. Oirán hablar de muchas amenazas en varias plataformas en los medios de comunicación. Manténganse centrados en Mi Hijo y en el cumplimiento de Su Divina Voluntad.
Les amo y llevo sus peticiones a Mi Hijo. Les bendigo en Su Nombre. Gracias por su amor y Confianza en Mi Hijo, su Salvador».
§2
2. Apártense de sus preocupaciones, sean cuales sean
(AG325) “Mis queridos hijitos, ¡alabado sea Jesús!
Por favor, continúen elevando sus corazones en cantos de alabanza, ¡y no permitan que los pensamientos negativos cambien o afecten sus emociones!
No desprecien a nadie. Si las cuestiones interiores les causan turbación, pidan a Mi Hijo, por Su inefable Misericordia, que les ilumine y les cure. Si están ansiosos y buscan consuelos mundanos, no alcanzarán la paz de corazón que desean.
La falsedad no puede alimentar el alma. Recen para que se sacien de Fe, Esperanza y Amor en Dios Padre.
Él es Todo Amoroso y Misericordioso.
Él es el Todopoderoso y reina sobre justos e injustos.
Pídanle a Mi Hijo que les ayude a amar a sus enemigos por Amor a Él, y supliquen por ellos, sin cambiar mal por mal. Apártense de sus preocupaciones, sean cuales sean.
Los buenos pensamientos hablan más alto que las palabras. Si los buenos pensamientos no acompañan a sus palabras, éstas son inútiles. Entreguen sus corazones, no sus palabras, a Mi Hijo.
Mis queridos hijos, eleven sus mentes, corazones y almas afectuosamente a Mi Hijo sobre las alas del deseo y el afecto que se fortalecen con Su Amor.
Paz a ustedes. Yo estoy con ustedes y les amo, Mis pequeños. Les bendigo en el Nombre de Dios Padre»
§3
3. Tengan confianza en Su Amor y confíen en Su asistencia para ayudarles
(M2196) «Pequeños, les quiero mucho. Como vuestra Madre, Me preocupo por vuestro bienestar y deseo todo lo bueno para ustedes.
Dios Padre les ama y desea que cosechen la bondad de la tierra. Él desea que todos Sus hijos vivan en paz, alegría y unidad.
Él desea que ustedes compartan Su gran gloria como Sus santos. Sus santos eran «pequeños» en el mundo, pero poderosos porque eligieron dominar sus apegos al mundo renunciando a cualquier posesión que pudiera haberles impedido escuchar Su Voluntad y responder. Cuanto menos les daba el mundo, más recibían de Dios.
Tengan confianza en Su Amor y confíen en Su asistencia para ayudarles. Cuanto más seguro y confiado estén ustedes en Dios, más experimentarán la paz en su corazón, y más libertad tendrán porque su seguridad estará en Su Amor.
No se preocuparán por el futuro, porque estarán desprendidos. Sabrán que todo se desarrollará como Dios quiere y que será para su felicidad. Dios está esperando a ver quién responde a Su llamada y responde. Les Bendigo».
§4
4. Cuando recen por los demás, la Misericordia de Dios puede desplegarse
(M2896) «Busquen en Jesús el conocimiento y la verdad. Busquen en Jesús la plenitud.
Recuerden, niños, que ustedes son débiles sin Dios. No fuisteis concebidos sin pecado. En su debilidad no son nada sin amor. Es Dios quien profundiza el amor en ustedes. Ustedes se hacen fuertes en Él.
Recen por los demás. Cuando recen por los demás, la Misericordia de Dios puede desplegarse; y la humildad de sus lágrimas puede mitigar la furia de la Ira del Padre.
Cuando amen y recen por los demás, sus debilidades e imperfecciones se convertirán en el combustible para que brote el fruto de la humildad.
No se turben por la repugnancia que sienten contra sus propias debilidades. Miren a Jesús, que es misericordioso. No se desanimen, pues sólo añadirán una nueva culpa a su falta de paciencia.
Desean la Voluntad de Dios. Él conoce su debilidad. Recuerden, que ustedes son imperfectos, y que ninguna persona puede vivir una vida entera sin cometer alguna falta.
Sean gentiles con ustedes mismos. Dios le agraciará y le ayudará a ser misericordiosos. Él les dará paz en su corazón, si le piden perdón. Triunfarán sobre sus sentimientos con el don del Amor de Dios y la resignación a Su Voluntad.
Les amo, Paz para ustedes».
§5
5. Es tan necesario que regresen pronto a Dios antes de que sea más difícil cambiar
(A1196) «Hijitos, es tan necesario que regresen pronto a Dios antes de que sea más difícil cambiar. Cuanto más se demora la gente, más frío se vuelve el corazón, cada vez más como la piedra. Lo que se necesita para volver a Dios es vivir según las virtudes del amor y la dignidad, no del resentimiento, el odio o la venganza.
La oración, el Amor y la Misericordia desmenuzan un corazón de piedra.
Pequeños, el Amor de Dios es incondicional, y es Jesús quien lleva regalos de amor para ustedes. Hay personas que pueden ser muy crueles. Pierden de vista la verdad y la realidad cuando eligen su camino por encima del Camino de Dios.
Pequeños, no se dejen cegar por el consumo para cumplir con su búsqueda. Esto no es un peldaño hacia el amor incondicional si en el proceso se vuelven crueles en su comportamiento a través del control y la manipulación. Tomen la decisión de caminar por la senda del Amor como Mi Hijo caminó antes que ustedes. Él les ama.
Les invito a todos ustedes, hijos, a volver a Dios. Ganarán paz y serenidad de corazón en Su Amor.
Les bendigo en el Nombre de Jesús. Gracias por responder a Mi llamada».

Curso de preparación completo
Fuente: Our Lady of Emmitsburg








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."