¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
4 de julio de 2025 – Mensaje del Cielo a Christine, Francia
§1. Van a vivir grandes trastornos y no será fácil
§2. En Mi Morada estaréis vosotros, los que Me habéis seguido
§3. Caminad tras Mis pasos y viviréis!

§1
El Señor: “Hijos, van a vivir grandes trastornos y no será fácil. Habrá grandes convulsiones en la Tierra, todos los elementos se desatarán. Será como una revuelta de la naturaleza que han maltratado y siguen maltratando.

El hombre, al no tener ya fe, no puede comprender que Mi Divinidad también está en la naturaleza.
El cometa será la señal de Mi Aviso, pero los hombres solo verán en él una señal en el Cielo y no una señal del Cielo, una señal de Aviso para prepararse para entrar en la nueva Aurora.

Habrá pocos primogénitos (pocos primogénitos que entrarán en el Reino), pero estos verán la Luz y se encenderán con la nueva Aurora; el nuevo Amanecer es la nueva Aurora, con la señal de Mi Fuego que brillará en vuestras frentes.
Hijos, vengo a buscar a los Míos y a separar las ovejas del rebaño, para que entren en Mi Casa y no sean dispersadas por los infieles. Yo soy el Sol naciente, el Sol poniente, el Sol en el horizonte, que lleva a Mis hijos la Luz radiante.
Yo soy Aquel que da voz a los oprimidos y a los que no tienen voz para defenderse. Yo soy el Fuego que desciende del Cielo para encender a la humanidad con Mi Santa Luz y llevarla de vuelta a la Fuente de vida que Yo soy.
Vengo a buscar a Mi rebaño, a tomar a Mis ovejas a Mi derecha y a Mis corderos sobre Mis hombros, y a guiar a cada uno, uno por uno, hacia Mi Cielo de Gloria y Majestad.

Vengo a devolver la vida a los oprimidos y a liberar a la Tierra de los malvados y los mentirosos. Vengo a aplastar al Opresor y a liberar a los prisioneros.
§2
Hijos, Mi Cielo es un Fuego ardiente que en cada uno lleva la llama y salva los corazones resecos. Vengo a reavivar el río de Agua viva de Mi Corazón y a llevar en vuestros corazones la antorcha del guerrero. Ya no seréis oprimidos, sino que venceréis y la llama en vosotros llevará el Sello de Mi amor. Vengo a buscar a los Míos y a combatir al Enemigo, a Satanás, que huirá gritando, golpeado en el corazón por Mi viva Llama.
En Mi Morada estaréis vosotros, los que Me habéis seguido, los que habéis probado Mi Enseñanza. Vosotros, los que Me buscáis y estáis desesperados, seréis saciados y en la Cena del Maestro cantaréis el Aleluya.

Hijos, Me regocijo por este Día de alegría en el que todos estaréis reunidos Conmigo, en presencia de toda la Corte celestial, de los ángeles, de los santos que esperan con fe y fervor la Victoria del Cordero y el regreso de los hijos al Reino de su Padre.
Os uno a todos en Mi Corazón y os imprimo el Sello de Mi amor. Hijos, grabo en vosotros la marca de Mi Cielo de Gloria, grabo en vuestros corazones el signo de Mi Cruz victoriosa y os imprimo en la frente el beso de la paz.
Venid, hijos, os espero y os unjo con Mi divina Palabra, llevo en vosotros el Fuego y os marco con Mi Sello; y la Bestia no podrá acercarse a vosotros y conmigo viviréis y os enseñaré y os liberaré de los falsos doctores de la Ley, de los falsos profetas, de las falsas doctrinas, de los falsos guías y de los falsos maestros.

§3
Hijos, ¡caminad tras Mis pasos y viviréis! Os he dejado Mis huellas para que Me sigáis y no os perdáis. Escuchad Mi voz en vosotros, que resuena y os llama. Vengo a buscar a los Míos y a llevarlos al Reino eterno, a Mi Morada, cerca del Padre y de los santos Ángeles que guardan el Lugar Santo.
Yo soy el Viviente, hijos, y bajo Mi protección os acojo; bajo Mi Manto os protejo; en Mi Corazón os enseño Mi camino y os guío por el Camino de la vida, el único Camino de la vida donde os espera el Padre, Él, el Eterno y el Poderoso, el Rey de reyes, el Maestro, el Único que se hace Siervo.
Hijos, id al Padre, al Poder eterno que espera a cada uno de vosotros en el Reino de Gloria y Majestad, Reino de paz, Reino de amor, Reino de vida. Que Su Paz os inunde y os enseñe.
Venid y ved, venid y convertíos en seres vivos, vivos en el Viviente.”
Fuente: Messages du Ciel à Christine








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."