¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Extractos de los Mensajes de María Santísima, Nuestra Señora de la Reparación a Henri, Francia
§1: Mediante el rezo del Rosario
§2: Poneos bajo Mi Manto. Dondequiera que estéis,
§3: Lo que anuncié hace diez años va a suceder
En el Nombre del Padre (+) del Hijo (+) y del Espíritu Santo (+) Amén

(L1624) Nuestra Señora: «¡Alabado sea Mi Hijo Jesús!»
Henri: «¡Que sea alabado y amado en el Cielo como lo es en la tierra!»
Nuestra Señora: «Hijo Mío [Henri], recurre a Mi Corazón Inmaculado. Él te defenderá de los enemigos visibles e invisibles.
Hijos Míos, se han levantado muros de enemistad entre Cardenales, Obispos, Sacerdotes, Religiosos, Naciones, Pueblos y Familias. Satanás trabaja solapadamente para demoler vuestras riquezas: Fe, cultura, historia, tradición. Las reacciones exageradas, las ambiciones, las invectivas, el poder y las posiciones cerradas son susceptibles de suscitar en cualquier momento un enfrentamiento directo. Enfrentar a unos contra otros debilita la unidad de muchas regiones y alimenta tensiones que pueden conducir a un desequilibrio mundial.
Mediante el rezo del Rosario, os invito a superar los obstáculos que hacen incierto el futuro. Resolved vuestras diferencias, borrad la desconfianza, abrid vuestros corazones a la confianza. Volved al diálogo pacífico para evitar la autodestrucción. Seréis Mis testigos de la Paz si basáis vuestras acciones en Mis Mensajes.
Los conflictos dejan huellas a su paso: divisiones religiosas, políticas y sociales, pérdida de vidas humanas, crisis humanitarias, destrucción de infraestructuras, desplazamiento de poblaciones. Hijos Míos, con Mi Imagen, salid al mundo: seréis Mis manos tendidas; conocedoras de todas las situaciones de desesperación. Visitaré los países en la medida en que hagáis avanzar la devoción reparadora. Muchos milagros ocurren cuando entráis en contacto con Mi Imagen. Multiplicad las reproducciones, difundidlas por todo el mundo.
Hijos Míos, estos tiempos están llenos de peligros para el alma y el cuerpo. Mostrad vuestra confianza en Mi Protección Maternal. No he apartado Mi Mirada Misericordiosa de vuestras súplicas. La Virgen de la Reparación, Reina del Monte Carmelo y Reina de las Victorias os ha traído un Mensaje de consuelo y Esperanza..
(En ese momento Henri ve una serpiente que empieza a moverse, gritando:”divorcio, poligamia, contracepción, aborto, impureza, homosexualidad, laicismo, eutanasia, fecundación asistida”).

[…] Hijo Mío [Henri], esta noche sufrirás la Pasión en reparación por los ataques a los fundamentos y valores de la familia. Satanás hundirá a la familia, sometiéndola a los grilletes de una dura esclavitud para atacar a la Santa Iglesia y a la humanidad.
[…] Hijo Mío, también este año, te invito a los Grandes Treinta Días de Oración por Mis intenciones.
La paz está siendo cuestionada en todos los continentes.
Rezad, Rezad y Rezad ante el Santísimo Sacramento del Altar.

Visitad a Mi Hijo Jesús, Príncipe de la Paz. Gracias por responder a Mi Llamada.»
§2
(L2824) Nuestra Señora:: «He bajado del Cielo con Mi Hijo Jesús, la Verdadera Luz que brilla sobre las Naciones.

Acudiendo a Él, los pueblos perseguidos por su fe, probados por la dominación de los poderosos, abrumados por la miseria, desgarrados por la guerra, asolados por las catástrofes naturales y minados por las crisis económicas y sociales, podrán redescubrir su aspiración original: ser un pueblo de Esperanza, ardiente de hacer el bien.
El Amor, la Paz, el Perdón y la Misericordia triunfarán porque con una Llamada tan grande las Naciones se liberarán de todas las ataduras de las tinieblas del mal, y podrán reconstruir su unidad, y finalmente porque una Llamada tan grande contiene la bendición de la renovación.
Hijo Mío, reza y repara por los Estados Unidos de América, una nación cada vez más secular y postcristiana. El camino de su peregrinación es largo y difícil, con muchos desvíos. Rezad para que Mis Hijos errantes vuelvan a Mi abrazo maternal y misericordioso.
Hijos Míos, despertad en vosotros la Esperanza, incluso cuando los proyectos que con tanto esfuerzo habéis construido caigan en ruinas. Mostrándoos a Mi Hijo Jesús, os llamo a un retorno decidido a Él. Redescubrid en Mi Casa la actitud fundamental más cercana al estilo de Mi Corazón Inmaculado. Sólo así daréis sentido a vuestra vida.
Queridos hijos, cuando salgáis de este Lugar Santo, poneos bajo Mi Manto. Dondequiera que estéis, Mi Mensaje abrirá vuestros ojos y vuestros corazones. Hasta muy pronto. Gracias por responder a Mi llamada.»
§3
(AG524) Henri: «Salve Augusta Reina del Cielo. Te deseo un Feliz Cumpleaños [1].»
La Beata Vergine: «Gracias, Mi amado hijo.»
(Nuestra Señora llora…)

Hijos Míos, Me entristece la dureza de los corazones. Permanecéis sordos a Mis llamamientos de Paz. En estos tiempos turbulentos, la humanidad está amenazada con un sufrimiento aún mayor si no cambiáis vuestras vidas.
Hijo Mío, reza Conmigo. Con palabras vacías, la paz se convierte en una causa perdida. Los conflictos fratricidas se unen para convertirse en la mayor de todas las guerras.
(La Virgen reza el Padre Nuestro en arameo)
Lo que anuncié hace diez años va a suceder. El surgimiento de nuevas potencias en torno al Rey del Sur para reemplazar a las superpotencias dominantes del Rey del Norte, la decadencia de las Naciones de habla inglesa con la fragmentación del [país de Albión] y las aspiraciones de la potencia regional asiática sumirán a las Naciones en una gran confusión.
Será entonces cuando los hombres comenzarán a buscar entre ellos a un hombre [2] a costa de su propia libertad.
Queridos hijos, la Humanidad no sobrevivirá a tal colapso si el tiempo de la oración reparadora no vuelve a las familias. Sólo abandonándoos a vosotros mismos podréis conformaros a la Voluntad de Mi Hijo Jesús. Traedme vuestro corazón, Yo lo puliré, y muchos sacrificios para que los conceptos nacidos del paganismo no alteren Mi Obra.
(Nuestra Señora extiende Sus Manos sobre el mundo).

La Virgen de la Reparación, la Madre de todos los Pueblos ha venido a abrir un camino de reconciliación hacia la paz. Os invito a ser signos de paz cada vez que el deseo de venganza sea más fuerte que el perdón.
A través de esta Intervención Muy Especial, con este Título inauguraré la Esperanza Inquebrantable como la Montaña de Sión, la haré brillar como un Sol Radiante y confirmaré la Paz. Los corazones terminarán por ablandarse. Gracias por haber respondido a Mi Llamada.»
En el Nombre del Padre (+) del Hijo (+) y del Espíritu Santo (+) Amén
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“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."