¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
21 de septiembre del 2024 – Mensaje de San Miguel Arcángel a Luz de María
§1: La humanidad sucumbe en medio de luchas…
§2: Los soldados del demonio avanzan…
§3: Los tambores de guerra…
§4: ¡Confíen en la protección Divina! ¡Ustedes prepárense!

“Amados hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo. Vengo a ustedes por Voluntad Divina.
§1
La humanidad sucumbe en medio de luchas, de intereses mezquinos. Se encuentran ante la guerra que no se dará como en el pasado, sino en este momento de actualidad tecnológica, recibirán los efectos de la ciencia mal empleada.
- ¿Y ustedes hijos… Ustedes… en dónde se encuentra su corazón?
- ¿En lo mundano, en este momento en el que el planeta peligra?
- ¿En dónde se encuentran sus pensamientos? ¿En lo material o en la Trinidad Sacrosanta y en Nuestra Reina Y Madre?
Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, sean estrictos con ustedes mismos, sean criaturas humanas en búsqueda del bien, vivan en adoración, póstrense ante la Trinidad Sacrosanta y esa postración llévenla a ser acción, mediante sus obras y actos de cada instante con el único interés de llevar el bien a sus hermanos.
El postrarse por respeto o súplica, hacia Dios Uno y Trino, no es de un momento, prolonguen ese acto en una continua adoración; vivifiquen la fe, no debe estar dormida, ni cansada, ni debilitada, sino la fe debe permanecer dando luz, siendo responsabilidad de cada criatura humana el poseer el mejor aceite para que la fe no se debilite.
§2
Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, este momento es crucial para la humanidad.

Los soldados del demonio avanzan como arena en el desierto, endureciendo corazones, socavando a los incrédulos, para que sus actos sean contrarios a la Ley de Dios, contrarios a los Sacramentos, a las Bienaventuranzas, contrarios a todo lo que dicta el Primer Mandamiento de la Ley de Dios.
En este momento el bien es censurado como mal, y el mal es aplaudido y resaltado como si el mal sea lo correcto en este ya.
Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, deben ser perseverantes, dar pasos de vida eterna, todo hijo de Dios es llamado a salvar el alma, (Mt. 16, 26-28) y ese llamado es para cada uno de ustedes.
Nuestro Rey y Señor Jesucristo se regocija ante Su Pueblo que lo forman ustedes, y a la vez Su Dolorosa Pasión se encuentra constantemente presente ante tantos hijos que niegan Su Divinidad (Heb.1,5-6; Jn. 1,14). Su doctrina la señalan como inválida, y se burlan de Él como lo hicieron en el pasado.
Oscuridad hijos, oscuridad, tinieblas que se dispersan por la tierra, para atrapar a los tibios:
“Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de Mi boca” (Apoc. 3,15-16).
Viven en medio de la dureza del mismo hombre, de la vanagloria de quienes poseen poder en la tierra, en todos los aspectos de la vida.
§3
Los tambores de guerra van dejando de sonar, ante la guerra [1] que avanza y el mal que prolonga el padecer de los hijos de Dios;

Van dejando de sonar y ahora se cambian por el estruendo de los impactos de armas de combate, los misiles que poseen algunos países y los proyectos de exterminio de una parte de la población mundial.
Oscuridad hijos, oscuridad no sólo por el gran apagón [2], ni por las tinieblas del mal, sino oscuridad en las almas que ofenden a Nuestro Rey y Señor Jesucristo, que lo critican y lo humillan, oscuridad en las almas que ofenden a la Santísima Virgen María, la Madre de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, es la Reina de Cielo y tierra.

La oscuridad de la obstinación humana, de la ceguera humana, de la equivocación humana.
§4
Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, no teman, confíen en la protección Divina por Sus hijos, ¡ténganlo presente! Ustedes prepárense y lo demás déjenlo en Manos Divinas. No crean que no deben prepararse, aunque tengan la seguridad de la protección Divina, ustedes deben prepararse siempre.
Prepárense, espiritualmente, sean cumplidores de los Mandamientos, sean misericordiosos, cumplan con los Mandatos Divinos, y escuchen la Palabra de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, plasmada en la Sagrada Escritura, la que no pueden cambiar.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren por ustedes mismos, para que mantengan la fe firme.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren por los levantamientos políticos y sociales [en la nación de las Corridas de Toros], [la nación de la Torre Eiffel], [la nación de Albión] y [la nación del Oktoberfest], los conflictos nacen de dentro de ellos, la invasión se da dentro de estos países [3].
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren y emprendan medidas para mantenerse a salvo conforme avanza la guerra.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren, para que sean mejores cristianos.
Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, sean sinceros, fieles a la Trinidad Sacrosanta y a Nuestra Reina y Madre, de la Mano de Nuestra Reina y Madre van a caminar sin ser confundidos.
¡Atentos hijos, atentos no se duerman! La tierra se estremece, crezcan espiritualmente, Adoren a Dios Uno y Trino.
Nos mantenemos ante ustedes para protegerlos, ustedes sean merecedores de nuestra protección.
Caminen sin olvidar que se van a examinar en la conciencia, caminen siendo mejores cada momento.
Oren unos por otros. Auxíliense unos a otros.
Les bendigo hijos de la Trinidad Sacrosanta y de Nuestra Reina y Madre.
San Miguel Arcángel y Mis Legiones Celestiales.”
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Comentario de Luz de María

“Hermanos, Atentos a la Palabra de San Miguel Arcángel, seamos adoradores perpetuos de la Trinidad Sacrosanta y amantes de nuestra Madre Santísima. Seamos más fraternos, preparémonos para cuanto se avecina y que el mismo hombre ha creado. El gran apagón surge en medio de una humanidad distraída. Hermanos, seamos fieles a Nuestro Señor Jesucristo y Amadores de nuestra Madre Santísima. Amen.”
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."