¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(Haces la señal de la cruz ante de leer y lees todo sin prisa…) – 24 de junio de 2024

«Amados Míos, Queridísimos Míos,
Yo los amo tanto. Este Amor Me sostiene y siempre Me sostiene. Este Amor es el de Dios Espíritu Santo, Aquel que es Amor en un plano superior, el de Dios. El Amor es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, es tan grande, tan fuerte, tan exclusivo y al mismo tiempo tan amplio que incluye en sí toda la creación.
Yo os amo con este Amor sobreabundante, no puedo expresar con palabras humanas este exceso de Amor que Me lleva, que Me ha llevado a lo largo de Mi vida terrena y que Me lleva eternamente. Os lo doy totalmente, es Él quien Me ha dado la Fuerza, la virtud de la Fuerza divina para soportar lo que he soportado por vosotros y ni por un momento ha flaqueado este Amor.

Los príncipes de los sacerdotes Me odiaron, Me detestaron, Me crucificaron y Yo nunca dejé de amarlos para convertirlos y querer hacerlos santos en Mi eterna compañía. Ellos no querían eso, mientras que Yo aspiraba plenamente a ello.
¿Qué era aquella sinagoga? Estaba llena de sí misma, se creía con jurisdicción eterna dentro de sí, era autocomplaciente hasta el punto de cometer lo irreparable: el asesinato cruel y vengativo de su Dios.
Así quería actuar Lucifer: quería ocupar el lugar del Creador, ser él mismo el Creador, pero aunque quisiera, no podía. Pero intervino San Miguel Arcángel y el Príncipe de los demonios se suicidó oponiéndose al Creador de toda vida. Lucifer se ha replegado sobre sí mismo, ha perdido la Vida divina, sólo puede verse a sí mismo y todo lo que está por debajo de él.

Así como el tirano cegado sólo ve a los que le rodean a través de su propio prisma, para sí mismo y sin más amor que su propia satisfacción nauseabunda, así es Lucifer, pero multiplicado por diez, pues fue creado como ángel, ésa es su naturaleza, y aunque haya perdido todos los beneficios de esa creación, sigue siendo un ángel.
Lo mismo ocurre con el hombre: creado para el Cielo, puede apartarse del camino que Dios ha planeado para él, por lo que sigue siendo un hombre y al mismo tiempo puede ser un lobo para sus semejantes.

Queridos Míos, no os dejéis llevar por este león rugiente que os odia mientras os atrae hacia sí, ofreciéndoos destellos de placer, autoridad, dominación, vanagloria y todas las atracciones materiales infructuosas para la Vida eterna.
- Por el contrario, dejaos atraer por el verdadero Bien, el del Amor Divino, que os espera en la Alegría, en la Embriaguez de la verdadera Gloria Divina, en la Devoción y en la Plenitud. No hay otro camino, y el Espíritu Santo, el Amor Divino, a través de Sus siete dones, os da las llaves: el temor [de desagradar a Dios], la piedad, el conocimiento, la fuerza, el consejo, la inteligencia y la sabiduría.
Mis muy queridos Hijos, habéis entrado en el tiempo de las turbulencias y los que conocen este peligroso fenómeno en vuelo, saben que la serenidad y la razón deben vencer toda ansiedad para atravesar esta zona que no es bueno cruzar.

- Yo os guiaré a puerto seguro, pero rezad con sinceridad, regularidad y confianza, porque Dios todo lo ve, todo lo sabe, todo lo prevé y tiene Su plan, Su proyecto, Su programa para vosotros.
- Poned toda vuestra confianza en Mí y, de rodillas, decidme que Me amáis, que Me sois totalmente devotos, que no tenéis miedo de seguirme, sea cual sea el camino por el que os conduzca. Yo voy delante de vosotros y no olvidéis nunca que el camino puede ser áspero, que podéis tropezar, pero que Yo lo he recorrido primero que vosotros y antes que vosotros.
Llevo Mi Cruz y la vuestra porque Mi Cruz tenía el peso de todas las vuestras y Yo las llevaba todas.

Simón el Cirineo vino a ayudarme: sed todos Simón de Cirene para Mí, ayudadme a llevarla y no olvidéis nunca que Yo llevo el mayor peso de ella. Necesito que estéis a Mi lado, con vuestra confianza, vuestra perseverancia, vuestra entrega, vuestro fervor, como Santa Verónica, que no tuvo miedo de desafiar a los soldados para traerme un poco de consuelo, de desafiar al espíritu humano, ¡de desafiar al qué dirán! Mirad el maravilloso recuerdo que dejó, mientras que otra, por falsa timidez, permaneció desconocida para Dios y para los hombres.
Que la paz esté con vosotros, que todo miedo y toda aprensión estén lejos de vosotros, Mi Amor os toma bajo Su ala, Mi Amor os guiará y os conducirá a puerto seguro, sea cual sea el camino. No tengáis miedo, no tengáis ansiedad, sed sabios en la Sabiduría divina y Yo os reconoceré como Mi hijo, Mi hijo adoptivo, porque ese es Mi deseo, ese es Mi plan para vosotros.
Los bendigo, Mis muy Queridos, Mis Amados, permanezcan Conmigo, no Me dejen.
En el Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Que así sea.
Vuestro Divino Redentor.»
Fuente: srbeghe.blog








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."