¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
9 de mayo de 2024 – Nuestro Salvador Jesucristo a Ana María, apóstol del Escapulario verde
(Tener velas benditas…)
Jesús: «Quiero hablar contigo sobre los próximos “Días de Oscuridad” y lo que Mis amados Apóstoles deben hacer en preparación para este evento. Las velas de cera de abejas son imprescindibles, y deben ser bendecidas por un Sacerdote Católico o Ortodoxo. Pido que estas velas de cera de abejas bendecidas sean colocadas en los Altares del Hogar de Mis obedientes hijos. De este modo, cuando venga a bendecir su pan y su agua, bendeciré también estas velas de cera de abeja.
Soy consciente de que Mis amados hijos están preocupados porque algunos de los miembros de su familia NO están en sus casas en el momento de los “Tres Días de Oscuridad”, así que les ofrezco un medio por el cual deben discernir quién viene a su puerta. Si alguien llama a la puerta o toca el timbre buscando entrar en su casa, antes de abrir la puerta, deben pedir a la persona que está fuera que recite palabra por palabra esta oración:
“En el nombre de Jesucristo, Hijo de Dios vivo, soy su siervo. Sólo adoro a Dios Padre, a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo. Denuncio a satanás y a sus emisarios en cualquier forma o aspecto que se me acerquen. Reprendo a todos los espíritus malignos en el Nombre de Jesucristo, Hijo del Dios Viviente, y entrego a Jesucristo mi vida ahora y para siempre. Amén”
Si el diablo viene disfrazado como un miembro de tu familia, el (o los espíritus demoniacos) no repetirán estas palabras exactamente como las he dado al mundo. Entonces ¡NO ABRA LA PUERTA! El enemigo de Dios nunca recitará estas palabras. Si el miembro de tu familia recita esta oración, entonces puedes permitirle entrar a tu casa para refugiarse. Si usted tiene más de una persona en su puerta, entonces CADA PERSONA debe recitar esta oración exactamente como está escrita antes de que usted abra su puerta.

(Sobre la puerta principal…)
Aseguraros de tener un Crucifijo bendecido en la puerta de entrada, colocado en la parte exterior de la puerta si es posible. Colóquenlo encima de la puerta. De esta manera los espíritus demoníacos no pueden entrar en un hogar fortificado donde la “Sangre del Cordero Inmaculado” ha sido colocada. (Jesús es el Cordero Inmaculado, refiérase a Éxodo 12:7). Asegúrense de que todos sus Crucifijos estén bendecidos y asegúrense de colocar un Crucifijo bendecido sobre su puerta trasera, puertas corredizas y la puerta del garaje también. Por favor niños deben hacer todo lo posible antes de que el diablo venga a atacarlos a ustedes y a su familia.
(Se avecinan días difíciles…)
Los días de hambre, guerra, confusión y plaga (un Ángel apareció) están sobre ustedes muy pronto. ¡Un desastre tras otro traerá grandes penas y sufrimientos si no os habéis preparado ya para lo que tendrá lugar! Preparaos ahora, ¡preparaos hoy! “
Escritura referente a “los Tres Días de Oscuridad”
(Hechos 2:20) “El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que llegue el Día del Señor, día grande y glorioso.”
Los Hechos de los Apóstoles 2:20 confirman los Tres Días de Oscuridad declarados en Apocalipsis, Capítulo 6:12. La Escritura habla de este único evento como uno del que debemos estar conscientes y para el cual debemos prepararnos. Incluirá fuego o meteoritos cayendo sobre la tierra.
(Apocalipsis 6:12-17) Sexto sello: Terremotos: Y cuando el Cordero abrió el sexto sello, vi que se produjo un violento terremoto. El sol se puso negro como ropa de luto y la luna quedó como ensangrentada; los astros del cielo cayeron sobre la tierra, como caen los higos verdes cuando la higuera es sacudida por un fuerte viento. El cielo se replegó como un pergamino que se enrolla, y todas las montañas y las islas fueron arrancadas de sus sitios. Los reyes y los grandes de la tierra, los jefes militares, los ricos y los poderosos, los esclavos y los hombres libres, todos se escondieron en las cavernas y entre las rocas y las montañas, y decían a las montañas y a las rocas: «Caigan sobre nosotros, y ocúltennos de la mirada de aquel que está sentado en el trono y de la ira del Cordero». Porque ha llegado el gran Día de su ira, y ¿quién podrá resistir?”
Fuente: greenscapular.org








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."