¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
12 de mayo 2024 – Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Luz de María

«Amados hijos Míos, les bendigo, les amo.
¡Cuánta incertidumbre y cuánto dolor viven Mis hijos en este momento!
La necedad de mis hijos no les permite vivir dentro de la realidad… (Prov. 1,7; Prov. 18,2; Prov. 29,11). Continúan sin ser coherentes con lo que viven y la verdad de este momento.
Hijos amados, oren cada momento en el transcurrir de la vida para que, con la oración, las obras y actos se transformen interiormente; sin publicarlo, sin anunciarlo, sino permitiendo dentro de la humildad ese obrar y actuar a Mi Semejanza.
¡Ya!, ¡Ya!, ¡Ya! ¡Es el momento de la conversión [1] hijos Míos!
No esperen otro momento, es este, en el que junto al cambio de la Creación van compartiendo a la vez el cambio interior. Para participar en el derramamiento de Mi Espíritu (Jn. 14, 15-17.25-26) deben ser dignos de recibir las bendiciones de Mi Espíritu que da frutos en los hombres de buena voluntad.
(Jn. 14, 15-17.25-26) “Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes: el Espíritu de la Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes, en cambio, lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes. Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho.”
(Señales…)
Amados Míos, más señales verán en el Cielo y en la Tierra para que despierten de ese letargo en el que les mantiene el Enemigo del alma.
(La tierra… las aguas…)
La tierra continuará estremeciéndose fuertemente para que despierten y se conviertan; las aguas se agitarán una y otra vez para limpiar el pecado de la humanidad al negarme y desobedecerme.
Soy Misericordia y les llamo, por eso cada uno de ustedes debe surgir de dentro del fango en el que viven espiritualmente y elevarse por sobre el fango, permitiendo que Mi Espíritu les nutra para que sean criaturas nuevas y de la Mano de Mi Madre Santísima, superen el querer humano. Con la humildad y el silencio de Mi amada Madre, todo obrar y actuar sea para Mi Gloria, colocándose en el último lugar entre sus hermanos, así darán testimonio de que son Mis hijos.
Como en Fátima, Mi Madre les legó Su palabra que abarca a toda la humanidad con las bendiciones y el padecer de esta generación; les enfatizó también que son sus hijos y que a todos ama.
Mi Madre les espera y les ha legado su fidelidad a nuestra Trinidad Sacrosanta. Es Mi Madre amadísima, la Puerta del Cielo y su Inmaculado Corazón triunfará [2].
Oren hijos Míos, oren, las tenciones crecen, más naciones se adentran en el escenario de la guerra.
Oren hijos Míos, oren, Europa padece ante el avance de la guerra; las palabras del líder de Rusia les llevan a meditar en lo cercano de la Tercera Guerra Mundial, mas no teman hijos, no teman, Yo intervendré antes de que la soberbia humana destruya lo que es propiedad Divina.
Oren hijos Míos, oren, las aguas se levantan sobre la tierra; oren, en donde habitan tantos de Mis hijos la tierra se estremece, oren por San Francisco.
Oren hijos Míos, oren, Mi Madre es Madre de la humanidad y pendiente de Sus hijos les protege, ámenla, hijos Míos.
Oren hijos Míos, oren, la oscuridad llega, mantengan Mi Luz en su corazón.
Amadísimos Míos reciban Mi Bendición, les amo. Su Jesús.»
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Fuente: Revelaciones Marianas





Dios Padre: «



“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”




"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."