¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Octubre 08 2019
Llamado de María Auxiliadora al pueblo de Dios.
Mensaje A Enoch.
Estáis en batalla espiritual
“Hijitos de mi Corazón, la Paz del Altísimo esté con todos vosotros y mi Amor y Protección Maternal, os acompañe siempre.
Pequeñitos, estáis en batalla espiritual, por lo tanto, no podéis bajar la guardia con la oración, porque las fuerzas del mal, os están acechando a todo instante. Vuestra mente es el principal campo de batalla, por eso, debéis de estar protegiéndola a todo instante con oraciones y jaculatorias a la preciosísima Sangre y Llagas de mi Hijo; también podéis recurrir a Mí, o a las Almas Bienaventuradas, para que os asistamos y protejamos de todo ataque del maligno que busca desestabilizaros, para robaros la paz y si os descuidáis, el alma.
Acordaos hijitos, que debéis de revestiros con vuestra Armadura Espiritual a mañana y noche (Efesios 6. 10 al 18) y reforzarla con el rezo del Salmo 91, para que podáis resistir los ataques del adversario. Es necesario que destinéis un espacio de vuestro tiempo para la oración y meditación de la Palabra de Dios, con el fin de que os mantengáis firmes en la fe. Consagraos todos los días al poder de la Sangre de mi Hijo y no soltéis mi Rosario, porque es poderosa armadura para vencer a mi adversario. Cada Ave María es un azote a satanás y sus demonios, mi adversario huye cuando mis hijitos y las familias hacen con fe, mi Santo Rosario.
Mis niños, si no oráis, los espíritus mentales se apoderarán de vuestra mente y terminaréis en manos de mi adversario. Cada dardo incendiario a vuestra mente, debéis de repelerlo con jaculatorias a la Sangre y Llagas de mi Hijo o llevando todo pensamiento cautivo a la obediencia de Cristo Jesús (2 Corintios 10, 5). También podéis decir: “Ave María Purísima, venid en mi Auxilio Madre Santísima” o llamar a nuestro Amado Príncipe Miguel o a las Almas Bienaventuradas que en vida combatieron en este mundo al maligno. La oración de la Coraza de la Sangre de mi Hijo, dada a Enoch, también es poderosa Armadura para combatir las fuerzas del mal; hacedla a mañana y noche para que recibáis la protección del Cielo.
Haced uso hijitos de toda la Armadura Espiritual, que os hemos dado; llevad colgado en vuestro cuello mi Rosario, el Rosario de la Sangre de mi Hijo, la réplica del estandarte mariano y la réplica del estandarte de Miguel, lo mismo que la Medalla de nuestro amado Benito y el Ictus; toda esta protección debe estar bendecida y exorcizada por uno de nuestros Sacerdotes o Ministros. Estad pues hijitos, alerta y vigilantes con vuestras lámparas encendidas con la oración, porque los días de oscuridad están llegando. Orad por el Papa y los Cardenales y por el Sínodo que se está llevando a cabo en la Iglesia, para que la Luz y la Sabiduría del Espíritu Santo, los ilumine y guíe y puedan llevar a cabo las reformas que necesita la Iglesia, sin que se afecte su moral y su doctrina. Que la Palabra de Dios la siga guiando y pueda seguir siendo Madre, Maestra, Santa, Católica, Apostólica y Romana, Luz y Guía del Pueblo de Dios.
Que la Paz de mi Señor, permanezca en vosotros.
Vuestra Madre, María Auxiliadora.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, hijitos de mi Corazón.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."