¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(Haz la señal de la cruz antes de leer y lee hasta el final…) – 12 de julio de 2020

(DeepL Translator) […] Dios no crea sólo porque sea Creador. Él crea porque es Amor y todo lo que hace lo hace con amor.
El Autor de la vida ama profundamente lo que crea y no lo hace para Sí mismo sino para la felicidad de la criatura.
El hombre ha cometido un pecado muy grande, el de no confiar en Dios y en Sus Mandamientos. El hombre ha creído en sí mismo, y en esto ha sido presuntuoso. Ha creído que sus cualidades le eximían de obediencia y esta desgracia se transmite casi en los genes de los descendientes humanos.
El hombre cree en sí mismo y olvida al Creador. Cree en sus conocimientos cuando son limitados, cree en el resultado de sus propias obras y olvida la parte esencial de Dios en todo lo creado.
- Sin Dios, no existiría nada.
- Sin Dios, el hombre no existiría.
- Sin Dios no habría marco para la vida, ni belleza, ni plenitud.
Dios es el arquitecto de todo, pero el hombre se atribuye el mérito. Las cosas bellas de la naturaleza son obra de la naturaleza, [el hombre] cree, y los bellos logros humanos en esta naturaleza son, [el hombre] sigue creyendo, obra suya.
Dios le mostrará que los castigos que le llegan pueden deshacer semanas y años de duro trabajo en cuestión de segundos, minutos u horas.
Sólo Dios puede detener el flujo del tiempo; Él es el Amo del tiempo y puede detenerlo o acelerarlo porque Él mismo es su regulador.
Rara vez suspende el tiempo, pero a veces lo hace cuando considera necesario este milagro.
Así, en una obra de misericordia, detuvo el tiempo para que uno de sus siervos, un sacerdote, pudiera coger su tren cuando debería haberlo perdido por llegar tarde.
El tiempo se detuvo, y el sacerdote pudo recorrer la distancia hasta la estación mientras el tiempo permanecía detenido.
Esta pequeña pausa en el tiempo sólo fue observada por el sacerdote y su conductor, sin que los demás usuarios de la vía pública notaran nada o ningún síntoma sorprendente. Así pues, el tiempo se detuvo para una persona y no para la otra.
- Éstas son las acciones que sólo Dios puede hacer y que el hombre sólo puede observar.
- Son las gracias que Dios concede a quien le reza, a quien se pone a su servicio, a quien deposita en Él toda su confianza.
- Haz y haré, haz y serás ayudado; no siempre por milagros, sino por efectos que algunos llaman ‘azar’.
En este mundo creado por Dios, el azar es ‘la Providencia que obra de incógnito’.
La Providencia, dice el diccionario, es la sabiduría suprema con la que Dios guía todas las cosas; es también la convergencia de situaciones para hacer posible un estado. Es la Mano paterna de Dios en vuestra vida cotidiana, y los que sois fervientes católicos lo habéis visto a menudo y sois sus felices beneficiarios.
Quiero decir a Mis hijos fervientes y muy amorosos que no los dejaré solos en los castigos que se avecinan.
Los tomaré bajo Mi protección pase lo que pase. No serán abandonados, pero si algo malo les sucede, que se alegren, porque Dios les pagará el ciento por uno.
Yo les advierto de estos tiempos que se avecinan, y no deben temerlos; si les sobreviene este mal, no les faltará la ayuda que les he prometido y que les daré:
‘Y cuando os lleven para entregaros, no os preocupéis por lo que diréis, sino decid lo que se os dé en ese momento; porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu Santo’ (Mc 13,11).
Lo que fue anunciado a los apóstoles es para siempre.
- Yo soy Jesucristo y quiero que estéis cerca de Mí en las iglesias y en todas las ocasiones de fervor religioso.
- Sed generosos y uníos a Mí en todas las ocasiones: Misas, salutaciones al Santísimo Sacramento, procesiones, Horas Santas de oración y de adoración; hay que aprovechar todas las oportunidades porque los tiempos venideros serán duros y necesitaréis Mi fuerza y Mi consuelo.
- Sed Míos, quiero que seáis totalmente Míos. Anuncié a Mis apóstoles la Pasión y Muerte de su Maestro y Señor, y a vosotros, hijos Míos de este mundo, os anuncio grandes pero saludables dificultades.
- Lloraréis, podréis ser consternados o difamados, pero nunca seréis ignorados por Mí. Yo os consolaré, os fortaleceré y os animaré. Necesitaré de vosotros, de vuestro testimonio y de vuestra constancia.”
- Exhortación del Señor a los Suyos (2) Continuad vuestras penitencias: (leer…)
Fuente: srbeghe.blog








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."