¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(Lees todo…) – Llamado de Jesús Sacramentado a Su pueblo fiel
“Paz a vosotros, hijos Míos.
Ya Mi adversario ha comenzado a marcar su rebaño con la marca de la bestia, el [micro-cheap]; por sus frutos los conoceréis.
¡Pobres almas, no saben lo que les espera!
Toman en charla todo esto y se burlan de todos aquellos que ponen en práctica Mis Palabras.
Mi adversario es astuto y conoce muy bien las debilidades humanas; sutilmente está engañando a la inmensa mayoría de la humanidad apartada de Mí, haciéndole pensar que el uso del [micro-cheap] es inofensivo y que, por el contrario, les proporcionará una mejor calidad de vida.
¡Oh humanidad ingrata y pecadora, que llamáis bien a lo que es mal y llamáis mal a lo que es bien! Tomáis esto como un juego y no os dais cuenta que al hacerlo estáis perdiendo la vida del Espíritu.
Todos aquellos que se dejen implantar la marca de la bestia, los apartaré de Mí.
¡Gozad y banquetea hijos de la perdición mientras dura el último reinado de vuestro amo!
¡Malditos aquellos que con conocimiento de hecho Me den la espalda y se dejen marcar con la marca de la bestia, por satisfacer su ego o conservar sus bienes materiales!
Os digo: ¡Raza de víboras, que el fuego del infierno será vuestra paga cuando lleguéis a la eternidad!
La abominación y profanación de Mis templos ha comenzado; muy pronto Mi culto diario será suspendido para que se cumpla lo que está escrito en el libro de Daniel.
Y desde el tiempo en que sea cesado el Sacrificio Cotidiano y sea suspendido por el sacrilegio horrible, pasarán 1290 días. Dichoso aquel que sepa esperar y llegue a los 1335 días. (1) (Daniel 12. 11, 12).
Hijos Míos, los reyes de este mundo al servicio de Mi adversario adelantarán una campaña de persecución contra todos los que sean cristianos; en el último tiempo del reinado de Mi adversario correrá la sangre de muchos de Mis hijos fieles.
Un censo a nivel mundial se llevará a cabo donde averiguarán vuestra profesión de fe, todo esto con el fin de ubicar a Mi pueblo para luego perseguirlo, encarcelarlo, torturarlo y desaparecer a muchos.
Dichosos aquellos que den su vida por Mí, y glorifiquen Mi nombre con su sangre, porque en verdad os digo, que les será reservado un lugar cerca al Cordero de Dios cuando lleguen a la eternidad.
Hijos Míos, rebaño Mío, todo se está cumpliendo como está escrito: Cielo y tierra pasarán, más Mis palabras no pasarán.
Permaneced en Mi Amor, no os dejéis robar Mi Paz, para que no perdáis vuestra cabeza. Invocad de nuevo os lo digo, el poder de Mi Gloriosa Sangre a todo instante y os aseguro que Mi adversario huirá de vosotros.
Consagraos al poder de Mi Sangre Preciosa, para que junto con Miguel y los Arcángeles y Ángeles de la Milicia Celestial, combatáis toda fuerza del mal.
El poder de Mi Sangre os transformará en guerreros espirituales y ninguna fuerza del mal podrá hacerle daño a aquellos que estén consagrados a Mi Preciosísima Sangre.
Mi adversario le teme al poder de Mi Sangre, porque sabe que Mi Gloriosa Sangre lo volverá a derrotar en estos últimos tiempos.
El Rosario y Consagración a Mi Preciosísima Sangre os fortalecerá espiritualmente y os hará soldados de Cristo aquí en la tierra.
¡Adelante Mis guerreros, el poder de Mi Sangre os dará la libertad!
Quedad en Mi paz, rebaño Mío. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Libertador, Jesús Sacramentado.
Dad a conocer este mensaje a toda la humanidad.”
- En esos 45 días (1290 – 1335=45) la Ira de Dios se desatará sobre el mundo y eliminará el mal de la faz de la tierra (Cielos Nuevos y Tierra Nueva; regreso del Jesús Glorioso; inauguración de la Era del Espíritu, la Era de la Paz; Reino de los 1000 Años Felices): Leer…
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."