¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
6 de junio del 2023 – Mensaje, sueños y visiones de nuestro Señor Jesucristo, recibido por Discípulo
Narración del Discípulo: Yo el Discípulo, caí en un profundo sueño, tuve un arrebatamiento, sentí paz interior y una luz muy fuerte, muy pura y muy blanca invadió todo mi ser, esto no es frecuente, es un encuentro muy cercano con la luz de la Santísima Trinidad. Me vi bajo la sombra de un frondoso encino y mi ángel de la guarda Obed me dijo:
“Observa y calla Discipulo de Dios, escucha y medita todo ésto en tu corazón. El sello del misterio ha sido movido y quitado, ha sido pesado y medido, mantente despierto y atento, pues el velo que cubre el misterio del secreto ha sido movido. ¡Viva para siempre Dios que es eterno!”
¡Nunca había yo escuchado la voz de mi ángel Obed de esa forma! Luego vi un águila volar sobre la Unión Europea, después vi ésta águila volar sobre los países de la OTAN. Vi a San Miguel Arcángel acompañado de otro Ángel semejante a él, en su mano derecha traía un cuerno lleno de aceite. San Miguel le dijo con voz fuerte:
“Derrama el aceite del cuerno sobre las Naciones de América latina.”
Así fue hecho… Apareció otro ángel que traía consigo una trompeta, la cual sonó tres veces. Me postré porque en éste mismo instante vi a nuestro Señor Jesucristo en toda su majestad. San Miguel Arcángel dijo en voz alta:
“A Quién es el Justo Juez y el Rey de todo el Cielo y Tierra démosle la gloria que Él merece. La hora final ha llegado, es la hora del trueno de la Justicia Divina.”
Nuestro Señor Jesucristo se me presentó en esta forma y dio su mensaje. Así lo vi yo el Discípulo: En su cabeza una corona de rey, cubierta de oro y diamantes, una banda dorada y una vestidura muy blanca, traía un cetro resplandeciente de luz y ante Él vi la multitud de todas las razas de la tierra que estaban postrados ante Él. Jesús empezó a hablar, se hizo gran silencio y su voz sonó firme y solemne. Éste es el mensaje de nuestro Señor Jesucristo:
“Amada Humanidad, pueblos todos míos, escuchad, ¡pues todo poder Mi Padre Me ha concedido! Poder, sobre todos los pueblos, lenguas, tribus y naciones. De Mí es el juicio y la sentencia, que éste mensaje de alerta y sea conocido. Yo Soy el mismo ayer, hoy y siempre y Mi Palabra es viva y eficaz Los pueblos y Naciones de la Tierra entran a juicio amargo. Las naciones, todas las naciones serán purificadas y cambiadas. Un fuego purificador asolará la Tierra. Hijos Míos, el núcleo terrestre es de fuego y lava hirviendo, el eje de la Tierra se moverá cómo os He dicho a través de estos escritos.
Ay de los que no creen en los profetas de fuego que Yo Jesús escogí, los preparé y los envié a cada nación…
Ay de los que no creen en los mensajes y revelaciones…
Ay de los que niegan los tiempos mesiánicos y de Mi Cruz.
Mi Sangre Redentora caerá sobre los inicuos pueblos con impíos y sarcásticos gobernantes.Ay de los que gobiernan con impiedad llenos de avaricia y dominio.
Ay de los servidores de satán mi adversario.
Ay de los que se dicen muy religiosos, cuya religión es el tributo al rey de las tinieblas.
Vengan a Mí los que aman Mi Nombre, vengan a Mí los que sois limpios y puros de corazón.
Mi Sagrado Corazón está triunfando, el Corazón Inmaculado de Mi Santa Madre ahora está derramando su Llama de Amor .
Ha llegado el tiempo de la sublime y divina revelación que llevará a la mistificación de las almas.
Yo y Mi Padre somos Uno, y uno serán con nosotros los herederos del Cielo nuevo y Tierra nueva.
Pequeño Rebaño Mío del Remanente fiel, pronto recibirá las llaves Pedro, Mi vicario verdadero y final, que apacentará y cuidará de Mi pequeño Remanente fiel. Días oscuros vienen sobre toda la Tierra, los astros serán conmovidos y ésta era de maldad opacará el amor, y la fe de muchos de Mis hijos se vendrá abajo. Irán cambiando poco a poco los climas de la Tierra, con mayor frecuencia e intensidad ocurrirán los sismos, la falta de lluvias asolará muchos lugares de la Tierra.”
Fuente: Sagrados Corazones








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."