¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
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5 de abril de 2023 – María Madre de Jesús
Pero vosotros me ayudáis para que vuestros jefes de Estado se den cuenta de cuántos errores cometen
(DeepL Translator) “Mis amados hijos, ayudadme en esta semana que conmemora la pasión y muerte de mi Jesús. Nunca se siente con más fuerza el sufrimiento que cuando un ser querido nos deja. Muchos de vosotros me comprendéis, especialmente aquellos de vosotros, Mis amados hijos, que habéis perdido un hijo. Para mí fue el mayor sufrimiento de toda mi vida. Vosotras, madres, podéis comprender mi sufrimiento, pero para mí, la muerte de Jesús en la Cruz fue terrible. Aún hoy, en este tiempo, se repite el dolor más fuerte como en los días de Semana Santa, como vosotros la llamáis, mis queridos hijos. En estos últimos tiempos, rezad, para que pasen pronto y no sean tan dolorosos como lo han sido para Mí. La muerte de un hijo es terrible, pero como la muerte de una cruz, rompe el corazón. Me encomiendo siempre a vuestras oraciones, hoy especialmente, para que las guerras también se detengan a tiempo. Yo rezo por vosotros, pero vosotros me ayudáis para que vuestros jefes de Estado se den cuenta de cuántos errores cometen. Rezad, hijos míos, sobre todo, para que reine la paz en el mundo y rezad para que ésta sea Pascua de Resurrección para cada uno de vosotros. Yo estoy con vosotros y en el recuerdo de la Resurrección de Jesús, que os alegréis junto Conmigo. Os bendigo y os agradezco vuestras oraciones”.
12 de abril de 2023 – Tu Virgen Madre María
No podéis imaginar cuántos de vuestros hermanos están muriendo, en vuestra tierra, para sufrir eternamente en los infiernos
“Hija mía, estoy contigo, invocamos la ayuda de Jesús, que viene pronto para librarte del enemigo, de aquel que quiere tu muerte eterna. Nunca os dejo solos, especialmente en estos tiempos tristes. Sí, hijitos, quizá no os dais cuenta, pero nunca como en estos tiempos vuestro enemigo masacra las almas. Invocad la ayuda de Dios, día y noche, rezad a vuestro Padre Eterno para que haga justicia y libere a tantos hijos míos de Satanás y de sus secuaces. No podéis imaginar cuántos de vuestros hermanos están muriendo, en vuestra tierra, para sufrir eternamente en los infiernos. Rezad e invocad la bondad de Dios, para que pronto envíe a Mi Hijo Jesús entre vosotros para recuperar a tantas almas en peligro de muerte eterna. Sufro como en los tiempos en que Jesús se ofreció al Padre por la salvación de tantos hijos Suyos. Rezad para que los tiempos oscuros de vuestro planeta pasen pronto y que vosotros, Mis amados hijos, lleguéis a gozar del amor eterno Mío, de vuestra Santísima Madre y de Dios Padre Eterno. Seguiré rezando para que muchos de vuestros hermanos se conviertan. Gracias, mis amados hijos, por sus oraciones, Jesús los ama tanto. Os abrazo en mi Corazón Inmaculado.”
19 Abril 2023 – María Consoladora
Hijos míos, pronto los tiempos cambiarán, acercaos cada vez más a Jesús, que es vuestra verdadera salvación
“Mis amados hijos, rezad mucho para que todos vuestros hermanos y hermanas encuentren el camino que conduce a Jesús. Sabéis bien que nunca os dejo solos, pero muchos de vosotros, no queréis saber más de lo que es divino y poderoso. Mis hijos dedican sus vidas, más a cosas inútiles, ya no piensan que sólo lo que pertenece a lo “Divino” puede cambiar sus vidas para bien. Ciertamente los tiempos que viven no son los más bellos y buenos, pero ¿qué hacen ustedes, hijos míos, para mejorarlos? Sólo puedo acercarme a muy pocos de vosotros, las blasfemias, de las que muchos habláis, seguramente os llevarán a las profundidades del infierno. Por favor, rezad mucho por estos hijos míos que están lejos de vuestro Padre y de Jesús. La oración para muchos se ha convertido en “lo desconocido” y entonces todo cambiará en sus vidas. Ayudadme hijos obedientes, interceded ante los santos del cielo para que ayuden a estos hijos míos que han cancelado sus oraciones hacia Jesús, hacia Mí y hacia los santos. Hijos míos, pronto los tiempos cambiarán, acercaos cada vez más a Jesús, que es vuestra verdadera salvación. Os agradezco que escuchéis mis palabras y pongáis en práctica lo que Jesús os sugiere con Su Palabra en el Santo Evangelio. Hijos míos os amo y pronto podré demostrároslo frente a frente. Os bendigo y os doy las gracias”.
26 de abril de 2023 – Jesús Hijo de Dios
Hijos míos, vuestros tiempos están llegando a su fin y muchos de vosotros no viviréis bendecidos en los cielos infinitos
“Mi queridísima hija, soy tu Jesús y quiero hablarte de estos tiempos que estás viviendo. Soy muy comprensivo, pero vosotros, hijos Míos estáis exagerando en cada uno de vuestros pensamientos, en cada una de vuestras obras y aún no comprendéis que vuestro planeta ya no puede soportar el mal que le estáis haciendo. Mi Padre creó este mundo vuestro para vuestra alegría de vivir, pero ninguno de vosotros da gracias a Dios, no sólo nada, más abrir los ojos sino ni siquiera durante el resto del día. Todo se os debe, pero ¿qué hacéis para merecer siempre lo “mejor”? La oración ya no es lo primero, os sentís los amos del mundo, ya no pensáis en decir “gracias Padre” por todo lo que nos dais, os habéis vuelto, incluso entre vosotros, faltos de amor, de caridad y sobre todo de perdón. ¿Cómo podéis pedir a Mi Padre sólo bienestar? Hijos míos, vuestros tiempos están llegando a su fin y muchos de vosotros no viviréis bendecidos en los cielos infinitos. El Padre está muy ofendido por vuestro comportamiento; no os amáis y sobre todo ya no os perdonáis. ¿Cómo podéis pedir el bienestar si antes os odiáis? Arrepentíos hijos míos, perdonaos unos a otros, y sólo después de eso, podréis ser perdonados de vuestros pecados por Dios Todopoderoso.”
Fuente: Valeria Copponi








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."