¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
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Anno Domini 2023, 4 de enero – María, Virgen de la Consolación
Rezad mis queridos hijos para que estos terribles días pasen pronto. Recibid a Mi Hijo en vuestros corazones porque de lo contrario no estaríais protegidos
(Deepl Translator) – “Hija mía, no temas que yo estoy siempre contigo y con todos vosotros, hijos, que me invocáis, pues sin mi ayuda no podríais vivir con serenidad estos tiempos tan difíciles. No os dejaré solos ni un momento, de lo contrario, el ‘ser’ maldecido por Dios y por los hombres os reduciría a cenizas. Rezad mis queridos hijos para que estos terribles días pasen pronto. Recibid a Mi Hijo en vuestros corazones porque de lo contrario no estaríais protegidos. Habéis comprendido que en estos últimos años el demonio ha intentado saquear a muchos de mis hijos más débiles. Vuestra parte espiritual está cansada de ser ofendida, la mayoría de vosotros no rezáis a Jesús sino que blasfemáis contra Él sobre todo cuando las cosas no van como ellos quisieran. Hijos míos, es decir, los que seguís mis consejos, incluso en los momentos más difíciles, tenéis la certeza de superar todo obstáculo que Satanás os ponga en el camino. Sólo los que viven en Jesús podrán superar los momentos más fatigosos. Os amo y por eso no me alejaré de vosotros ni siquiera por un momento. Con esta certeza siguen viviendo en obediencia diaria a Jesús, vuestro Salvador. Con cada día que pasa, os acercas más a vuestra liberación eterna del maligno. Os amo y nunca os dejaré solos, invocadme, estoy ahí para ayudaros. Hijos míos, sed fuertes y valientes, rezad y ayunad y pronto seréis liberados de todo mal.”
Anno Domini 2023, 11 de enero – Vuestra Madre Celestial.
Mis queridísimos hijos, deseo aseguraros que tenéis otro padre que reza a Jesús por todos vosotros, vuestro santo Padre Benedicto (XVI)
“Mis queridísimos hijos, deseo aseguraros que tenéis otro padre que reza a Jesús por todos vosotros, vuestro santo Padre Benedicto (XVI). Él ahora os conoce a cada uno de vosotros e intercede por aquellos que especialmente más necesitan súplicas y oraciones a Jesús. Nosotros amamos a nuestro hijo Benedicto y por eso rezad a él todos vosotros, porque él intercede por cada uno de vosotros. Tenéis un Padre en el Cielo, un Padre que os ama, en el verdadero sentido de la palabra, a todos vosotros. Pronto cada uno de vosotros, si lo merece, volverá a nosotros y por Benedicto tendréis menos tiempo para espiar por vuestros pecados. Él reza tanto a Jesús que Mi Hijo está liberando tantas almas del purgatorio a través de las oraciones de vuestro benditísimo Benedicto. Jesús ama tanto a sus hijos que ofrece su vida por sus hermanos más necesitados. Tomad el ejemplo de nuestro hijo y de vuestro hermano Benedicto, rezadle porque puede liberar a tanta humanidad con sus intervenciones ante Dios. Mis amados hijos, quiero que cada uno de mis hijos regrese al Padre, ahora con mayor razón ya que los tiempos se acercan a su fin. Vuestra tierra ha sido manchada por los más terribles pecados y Dios os dará un poco más de tiempo para recuperar muchas almas de pecadores. Os encomiendo, rezad por los jóvenes, los sacerdotes y todos nuestros hijos incrédulos. Os bendigo y escucharé vuestras peticiones. Os bendigo.”
Anno Domini 2023, 18 de enero – María Amor Infinito.
Hijos míos, os amo mucho, especialmente cuando hacéis sacrificios para visitarnos en nuestro Hogar y recibir a Jesús en vuestros corazones
“Vuestra Madre del Cielo está aquí con vosotros. Hijos míos, os amo mucho, especialmente cuando hacéis sacrificios para visitarnos en nuestro Hogar y recibir a Jesús en vuestros corazones. Sabéis muy bien que los tiempos que estáis viviendo son los más difíciles porque os conducen hacia vuestra vida terrena. Quisiera consolaros diciéndoos que, desgraciadamente, no os dais cuenta de que lo que os espera es el comienzo de la verdadera vida en el cielo. No tendréis más sufrimientos, os alegraréis de las cosas celestiales, os reencontraréis con todos vuestros seres queridos que, desde el principio de su vida, hicieron la voluntad de Dios. Vosotros, hijos míos, que habéis sido guiados de la mano de vuestros ángeles custodios, habéis caminado por el camino que conduce al Padre, habéis encontrado ciertamente obstáculos en vuestro camino, pero vuestro ángel custodio no ha permitido que nadie, especialmente los demonios, os someta a ellos. Sois nuestros hijos obedientes y vuestra obediencia os ha hecho caminar por el sendero de la verdad celestial. Os guiamos y nos permitís hacer de vuestro camino una senda de fe verdadera. Seguid amando a vuestros hermanos, conducidlos por el camino que vosotros mismos lleváis mientras esperáis vuestra ascensión al cielo. Os esperamos con alegría, rogad a vuestro Padre que os permita gozar para siempre de su inmenso amor.”
Anno Domini 2023, 25 de enero – María, vuestra Única Madre.
Cada día que pasa os acercáis más al final de los tiempos, por eso os repito, convertíos y creed en la Palabra de Dios
“Aquí estoy, hijos míos, no puedo dejaros solos, de lo contrario caeríais en la tentación de abandonar la oración. Estoy cerca de vosotros tanto en la soledad como cuando estáis en compañía y no pensáis en la soledad, sed siempre constantes, recordad en todo momento que, sin Nosotros, no llegaríais lejos. Mi Hijo Jesús, cada día recibes más blasfemias que oraciones y ya no sé qué hacer para ayudaros. La mayoría de mis hijos ya no tienen fe, sólo piensan en las cosas de la tierra sin pensar que el cielo, para ellos, está más cerca de lo que creen. Hijos míos, ¿pero es posible que os resulte tan difícil pensar en el más allá? Sin embargo, ¿veis cuántas personas cierran los ojos cada día, para no abrirlos nunca más? Haceos algunas preguntas, ¿adónde irán vuestros seres queridos sin dejaros nada? Hijos míos, convertíos, os digo antes de que sea demasiado tarde. Los tiempos que estáis viviendo serán los últimos para muchos de vosotros y no podréis volver atrás. Cada día que pasa os acercáis más al final de los tiempos, por eso os repito, convertíos y creed en la Palabra de Dios, amaos los unos a los otros y confesad vuestras faltas a menudo en las confesiones. Mis hijos sacerdotes tienen gran necesidad de vuestras oraciones, ofreced vuestras pequeñas oraciones al Padre y Él vendrá al encuentro de sus queridos consagrados. Sed fuertes y no os dejéis llevar por el miedo a la muerte, que será vuestra verdadera vida.”
Fuente: Valeria Copponi








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."