¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
3 DE NOVIEMBRE DEL 2022 – MENSAJE DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL A LUZ DE MARÍA
La luna ‘de sangre’ presagia el avance de la humanidad hacia su purificación
“Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo:
Como Enviado de la Trinidad Sacrosanta les transmito:
La humanidad inmersa en lo material, se sumerge más en lo inmediato y finito.
LA CRIATURA HUMANA HA CREADO UN DIOS DE SÍ MISMA, DE SU CUERPO MORTAL, DE SU EGO, DE SU POSICIÓN EN LA SOCIEDAD, LLEVÁNDOLE A PODER PERDER SU ALMA SI NO TOMA DE INMEDIATO LA DECISIÓN DE UN CAMBIO ABSOLUTO DE VIDA YENDO AL ENCUENTRO DE LA CONVERSIÓN.
Mantienen la mirada sobre los dos países en guerra, siendo este el medio por el cual les distraen restando importancia a otros países en conflicto. Tengan presente que en los Balcanes se dará la muerte de un líder, lo que moverá de inmediato a la guerra entre las naciones.
Hijos de Nuestra Reina y Madre no analizan lo que se esconde detrás de lo que sucede en este momento: está planificado el escenario para la Tercera Guerra Mundial.
¡Pobre humanidad! Disimulan bajo conceptos científicos los azotes que reiteradamente recibe la Tierra de parte de la naturaleza y le llaman cambio climático a lo que ha sido alertado por el Cielo.
CUANTO SUCEDE ENCAMINA A LA HUMANIDAD AL CUMPLIMIENTO DE LO ANUNCIADO.
Grandes cambios acelerarán la manifestación de los acontecimientos para la purificación de esta generación.
Otro signo se presenta ante ustedes: la luna vestida de rojo, (1) del color de la sangre, la que conocen como la luna del castor. El castor se provee para el invierno, pero es amenazado por quienes le persiguen para cazarle.
La luna presagia el avance de la humanidad hacia su purificación:
Presagia la prontitud de los grandes terremotos y erupciones volcánicas…
Presagia el dolor en las sociedades que protestan en la mayoría de los países…
Presagia los graves levantamientos armados para derrocar gobiernos…
Presagia la persecución de una humanidad sin Dios hacia sus hermanos.
Pueblo de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, pueblo colmado de virtudes despreciadas por el hombre sin Dios.
Es el momento del duelo generado por la inteligencia del hombre que ha rechazado a la Trinidad Sacrosanta y a Nuestra Reina y Madre. Sus facultades espirituales van en decadencia, impidiendo a la criatura humana albergar la fe y los sentimientos nobles colmados de amor como manda Nuestro Rey y Señor Jesucristo.
ES LA ERA DEL ESPÍRITU SANTO PARA QUIENES SE MANTENGAN FIRMES EN LA FE… (Joel 2,28-29)
SERÁ EL MOMENTO DE LOS PRODIGIOS PARA LOS QUE DESEEN CONVERTIRSE, ES EL MOMENTO DE LOGRARLO.
POR MÁS FUERTE QUE SEA EL MOMENTO, ES EL ÓPTIMO PARA LA CONVERSIÓN PERSONAL.
- El manual para el camino es el Amor.
- La guía marcada para que no se extravíen es la obediencia.
- El punto de encuentro es el amor fraterno.
Poseen una Madre que los ama y en Su Corazón Inmaculado alberga a todos Sus hijos para que no sean desviados por el mal.
¡ATENTOS, OBEDIENTES, FRATERNOS Y MISERICORDIOSOS!, así es el pueblo de Nuestro Rey Y Señor Jesucristo: un pueblo de amor, de caridad y de fe firme y fuerte, tan fuerte que los vientos no le doblegan. (I Cor 13, 1-13)
Esperan al Ángel de Paz, (2) le recibirán por la fe firme con que le esperen.
Oren “a tiempo y destiempo” (Ef. 6, 18)
Oren con el obrar y actuar y amen al semejante aun cuando el semejante sea el propio verdugo.
Oren por quienes no los aman.
Oren con el corazón.
San Miguel Arcángel.”
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
(1) Sobre las lunas de “sangre” leer…
(2) Revelaciones sobre el “Angel de Paz” leer…
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."