¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Julio 28 2021 – Llamado urgente de Jesús Sacramentado a Sus hijos fieles. Mensaje a Enoch.
Importante Mensaje de Jesús Sacramentado a la humanidad y a los vacunados
“Mi Paz sea con vosotros, mis Amados Hijos.
Hijos míos, días de angustia, desolación y hambruna, se aproximan; esta humanidad se niega a escucharme, por más que la llamo a través de mis instrumentos para que se convierta, sigue dándome la espalda y no la cara. Mi Aviso va a coger a la inmensa mayoría sin estar preparada; todo lo descrito en la Santa Palabra para este tiempo se está cumpliendo en su totalidad; el tiempo de mi Misericordia está en cuenta regresiva; sólo falta la llegada del Aviso y Milagro, para dar paso a mi Justicia.
Las señales del cielo se han intensificado, la transformación de la creación va en aumento, las apariciones y manifestaciones celestiales se están dando como nunca antes se habían visto en la tierra; señales y manifestaciones del Cielo llamando a la conversión a la humanidad, pero ésta sigue aletargada espiritualmente. ¡Pobres almas tibias y pecadoras, las va a coger mi despertar de conciencias en tibieza y pecado, y no van a tener tiempo para convertirse!
Amados Hijos, cada vez me siento más solo en mis Sagrarios, son muy pocos los que vienen a visitarme, los mismos de siempre. El Amor de los Amores está por partir, y, ¿qué será de vosotros humanidad pecadora cuando lleguen los días de la desolación y abominación de mis Templos? ¿Cuando sea profanado y expulsado de mis Casas y mi culto diario suspendido, por la desolación y abominación? Os digo, ¡ya no vais a encontrarme en mis sagrarios para consolaros; la desesperación se apoderará de vosotros humanidad ingrata y pecadora y el amo de las tinieblas, os robará el alma!
¡Conversión, conversión, conversión urgente, os pido humanidad pecadora; despertad de vuestro letargo espiritual, porque los días de mi Misericordia están en cuenta regresiva! Acordaos: no quiero vuestra muerte ni me complazco con vuestro sufrimiento; mi deseo es que os arrepentíais y convirtáis de corazón, para que mañana podáis gozar de la vida eterna. Venid a visitarme hijos ingratos no paséis de largo por mis sagrarios, me queda ya muy poco tiempo de permanencia con vosotros. Cuando mis Templos sean cerrados definitivamente por el pretexto de las pandemias, los hijos de la oscuridad al servicio de mi adversario, destruirán mis Casas y profanarán mis Tabernáculos; se cumplirá entonces la profecía de Daniel, que habla de este triste acontecimiento. (Daniel 12, 11)
Por tres tiempos y medio tiempo, ya no estaré con vosotros hijos ingratos, pero mi Pueblo fiel me podrá encontrar en mi Madre, Ella, será el Sagrario donde permaneceré en aquellos días de desolación. ¡Corred pues a bañaros humanidad pecadora en la piscina del perdón y la misericordia; buscad cuanto antes a uno de mis Sacerdotes y haced una buena confesión de vida; alimentaos de mi Cuerpo y de mi Sangre lo más que podáis; convertíos de corazón al pie de mi Sagrario y os aseguro que como al hijo pródigo, también haré un banquete por vuestro regreso.
Hijos míos, prestadle toda vuestra atención a lo que voy a deciros a través de mi Profeta Enoch: Todos aquellos que por falta de conocimiento, fe, o temor, se vacunaron y son ovejas de mi rebaño, les digo, no temáis; pues hay una esperanza para vosotros; si hacéis mi Rosario de la Preciosa Sangre y Llagas junto con mis letanías de mi Sangre en fe, como novena y me pedís que mi Sangre destruya el efecto nocivo de la vacuna en vuestro cuerpo; os libraré por mi Misericordia de sus efectos adversos y os sellaré con mi Sangre.
Amados hijos, el poder de mi Gloriosa Sangre y Llagas, es el mejor antídoto contra cualquier virus, peste o pandemia; haced la oración de mi Sangre a mañana y noche, extensiva a vuestros hijos y familiares; os aseguro que si la hacéis con fe, ningún virus, peste o pandemia, podrá haceros daño.
Mi Paz os dejo, mi Paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Maestro, Jesús Sacramentado, el Amado que no es Amado.
Dad hijos míos, a conocer mis mensajes de salvación a toda la humanidad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."