¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Julio 21 2021 – Llamado de fray Pio de Pietrelcina a los hijos de Dios. Mensaje a Enoch.
“Paz y Bien, mis hermanos en Cristo Jesús.
Nuevamente me comunico con vosotros rebaño del Señor, trayéndoles la Paz del Buen Dios. Hermanos en Cristo, pedid mi humilde intercesión cuando os sintáis atacados por el enemigo de vuestra alma; porque por la Gracia y Misericordia de Dios, me encuentro también espiritualmente en este mundo en medio de vosotros. Acudid a mí, mis hermanos cuando os sintáis enfermos del cuerpo o del alma; mi humilde intercesión es escuchada por el buen Dios, que jamás desoye las súplicas que le hago en favor de todos mis devotos.
Cuando os sintáis enfermos del cuerpo o del alma, decid:
Padre Eterno, por la intercesión de tu Amado Siervo, Fray Pío de Pietrelcina, te pido humildemente me concedas la gracia de librarme de todo espíritu de oscuridad que esté perturbando mi alma y mi paz; de todo espíritu de enfermedad que esté aquejando mi cuerpo, especialmente esta enfermedad: ……………………….
Oh, Padre de Misericordia, te lo pido por los méritos de los santos Estigmas de la Pasión de tu Hijo, que en vida santamente llevó tu Siervo Fray Pío de Pietrelcina. Que todo sea para tu Gloria. Amén
Rezar: Credo, Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Ésta oración que os regalo mis amados hermanos, os será de gran ayuda espiritual en este tiempo de tribulación que ya estáis viviendo; hacedla con fe, y en gracia de Dios cuando os sintáis enfermos del cuerpo o del alma; os aseguro que no seréis defraudados.
Hermanos en Cristo, todas las almas bienaventuradas que os estamos acompañando en vuestro paso por el desierto de la purificación, se nos ha conferido la gracia de sanar, liberar y obrar milagros en el Pueblo de Dios, si vuestro libre albedrío, nos lo permite. No temáis, estamos para serviros y protegeros, para nosotros es un honor poder hacerlo. Soy una de las tantas almas bienaventuradas, que estará con vosotros; invocad mi compañía a todo instante, especialmente cuando hagáis el rezo del Santo Rosario; acordaos que cuando estuve en este mundo no soltaba mi rosario, pidiendo siempre por la salvación de los pecadores, vocaciones sacerdotales, por la propagación del rosario, por la paz, por la iglesia, por los enfermos y por la conversión del mundo entero. Fui el promotor de los cenáculos de oración, extendiendo el rezo del Santo Rosario por el mundo; por eso os pido mis hermanos, que os acordéis de mí, para que por mi humilde intercesión muchas almas se conviertan en devotas del Santo Rosario.
No olvidéis que el rezo del Santo Rosario es el arma espiritual más poderosa que el Cielo os ha regalado, para derrotar al maligno y sus huestes del mal. LLevad consigo vuestro rosario y rezad con él; no lo soltéis, porque es poderosa Armadura con el cual tendréis la protección e intercesión de Nuestra Señora y mi humilde intercesión, si me tenéis en cuenta.
Quedad hermanos en la Paz del Buen Dios.
Vuestro Hermano en Cristo, Fray Pío de Pietrelcina.
Dad a conocer estos mensajes de salvación a toda la humanidad, mis amados hermanos.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor
“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”
"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)" 
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)." 
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."