¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Febrero 16 2021 – Llamado de Dios Padre a Su pueblo fiel
Se acercan los días del castigo de las naciones impías
“Pueblo mío, Heredad mía, mi Paz esté con todos vosotros.
Días de gran purificación están llegando, mi creación entró en los últimos dolores de parto y sus gemidos y estremecer, no pararán hasta dar a luz a una Nueva Creación. Preparaos Pueblo mío, porque la tierra está por comenzar a temblar en todos los continentes, su estremecer se sentirá de día y de noche; se tambaleará y vosotros Pueblo mío, debéis de acostumbraros a vivir con esto por un tiempo. No entréis en pánico, acordaos que hace parte de vuestra purificación y purificación de la creación.
Hijos míos, los dragones de fuego ya comenzaron a despertar y las entrañas de la tierra en muchos lugares han comenzado a abrirse; el gemir de mi creación va a traer dolor, desolación y muerte en muchas naciones. El dragón amarillo de la gran nación del norte está a punto de despertar y el fuego de sus entrañas, enlutará esta nación. Mi creación está por gemir como nunca antes lo había hecho, sus dolores claman justicia, muchas naciones van a sufrir por los dolores de parto de mi creación.
Todos los elementos de la naturaleza se revertirán contra el hombre y le harán pagar por su injusticia y maltrato. Los días de mi Justicia Divina están comenzando y, ¿quién podrá resistir a estos días? Sólo los hombres de recto corazón y temerosos de Dios, podrán superar estos días. ¡Ay, de los habitantes de la tierra porque están llegando los días en que solo ayes y dolor, se escucharán por doquier! ¡ Corred, corred, insensatos a poner vuestras cuentas en orden, porque los días de mi Justicia están llegando! ¡Huíd de vuestras casas y moradas altas, porque mi creación está a punto de tambalearse de día y de noche, como si estuviera borracha!
No temáis Pueblo mío, a los días de mi Justicia; no entréis vosotros en pánico cuando mi creación comience a moverse; conservad la calma y alabad con cánticos y salmos, la Gloria de Dios y os aseguro que todo os será más llevadero. Preparaos Pueblo mío, porque los días de transformación y purificación de mi creación están llegando. Se acercan los días del castigo de las naciones impías; estremecer de la tierra y fuego del cielo serán el azote con el castigaré estas naciones; muchas desaparecerán por el rigor de mi Justicia y no volverá a quedar recuerdo alguno de ellas. Las Sodomas y Gomorras de estos últimos tiempos, caerán bajo el peso de mi Justicia. Entonces, sabrán los habitantes de la tierra, que Yo, Soy el Regente del Universo, Señor de la Creación. Padre, con todos aquellos que se acogen a mi Misericordia y Justo Juez, para los impíos. Estad pues alerta y vigilantes, Pueblo mío, Heredad mía, porque mi Justicia está por restablecer el Orden y el Derecho en mi Creación.
Quedad en mi Paz, Pueblo mío.
Vuestro Padre, Yahvé, Señor de la Creación.
Hijos míos, dad a conocer mis mensajes de salvación en todos los confines de la tierra.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."