¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Enero 11 2021 – Llamado urgente de María Auxiliadora al Pueblo de Dios. Mensaje a Enoch.
A partir de este año (2021) comenzarán los dolores para la humanidad
“Hijitos, la Paz de mi Señor esté con todos vosotros, y mi amor y protección de Madre Auxiliadora, os acompañe siempre.
Rebaño de mi Hijo, el rumbo de vuestra vida está por cambiar, la paz y la tranquilidad, muy pronto se perderán; grandes acontecimientos que cambiarán por completo vuestra vida y cotidianidad, están por suceder. El tiempo de mi adversario y sus emisarios del mal, está comenzando y lo que le espera a la humanidad y en especial al Pueblo de Dios, es represión, persecución, encarcelamiento, sometimiento, esclavitud, maltrato y muerte. El Nuevo Orden Mundial que le sirve a mi adversario ha comenzado ya a dominar en el mundo, su agenda de tiranía comenzó con el plan de las vacunas y vacunación contra la pandemia existente; vacunas estas que no son la solución, sino el comienzo del holocausto que llevará a la muerte, transhumanismo e implantación de la marca de la bestia, a millones de seres humanos.
Os pido hijitos, ¡volved a Dios de todo corazón, porque sólo en El, encontraréis paz, seguridad, confianza y solución a todos vuestros problemas; sólo Dios puede destruir las trampas y engaños, que los emisarios del mal os tenderán! El pretexto de la pandemia será utilizado para someter y esclavizar la humanidad; los confinamientos van a hacer más severos, porque lo que buscan es mantener a la humanidad sumida en el temor y en el pánico, para que no pueda protestar; buscan también con los confinamientos desestabilizar la economía de muchas naciones, especialmente las más pobres, para poder ejercer sobre ellas, dominio y control. Las naciones en bancarrota van a hacer auxiliadas con préstamos, pero para poder acceder a ellos tendrán que aceptar incondicionalmente toda la agenda del Nuevo Orden Mundial. Toda nación sometida perderá su soberanía, sus gobiernos perderán autonomía, serán regidos por las leyes y políticas del Nuevo Orden Mundial.
La Hoz y el Martillo, regirá el Nuevo Orden Mundial y todos aquellos que se levanten contra este régimen, serán desaparecidos. La propiedad privada se perderá en las naciones regidas por el Nuevo Orden Mundial e incluso la patria potestad de los padres sobre sus hijos, especialmente la de los más pequeños. Todo pasará a manos del estado, el cual se encargará de enajenar los bienes de los ciudadanos y las familias. El Pueblo de Dios caminará al destierro, sólo los que tengan la marca de la bestia, podrán comprar, vender y gozar de la ayuda y servicios del estado.
Hijitos, a partir de este año comenzarán los dolores para la humanidad, ¡qué tristeza siento en mi Corazón de Madre de la humanidad, al saber que la inmensa mayoría se va a perder por estar alejada de Dios! Las grandes tribulaciones están comenzando, las injusticias, engaños, maltratos, represiones, sometimiento, esclavitud, hambre y muerte, será el desierto que tendréis que pasar; sólo si permanecéis unidos a Dios y tomados de mi Santo Rosario, podréis superar estas pruebas. Nuevamente os digo, rebaño de mi Hijo, no soltéis mi Rosario porque él, os dará grandes victorias sobre las fuerzas del mal; orad en cadena con mi Rosario y todos los planes y engaños de mi adversario y sus emisarios del mal, rodarán por el suelo. Rebaño de mi Hijo, mi Rosario unido a vuestra Armadura es protección y fuerza espiritual con la cual venceréis a mi adversario y sus huestes del mal.
Hijitos, es tiempo ya de estar unidos en oración y recogimiento, porque las tinieblas, el pecado y la maldad, ya cubren la tierra. Acatad pues mis instrucciones y no soltéis mi Rosario, para que podáis salir victoriosos en todas las pruebas.
Que la Paz de mi Señor, permanezca en vosotros y mi Amor y Protección Maternal, os acompañe siempre.
Vuestra Madre, María Auxiliadora.
Dad a conocer hijitos los mensajes de salvación, al mundo entero.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."