¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Diciembre 29 2020 – Llamado de Jesús el Buen Pastor a Su Rebaño. Mensaje a Enoch.
El Cisma en el interior de mi Iglesia está por estallar
“Rebaño mío, mi Paz sea con vosotros.
Ovejas de mi Grey, los días de la gran tribulación se están acercando, días estos de total purificación para toda la humanidad y en especial, para el Pueblo de Dios. Años difíciles os esperan rebaño mío, apenas están comenzando los dolores y ya se escuchan los primeros ayes. Lo que está por llegaros es tribulación material, física y espiritual, que os purificará en el cuerpo en el alma y en espíritu, hasta que brilléis como crisoles; sólo así, purificados y muertos al pecado, podréis habitar mañana mi Nueva Creación.
Hijos míos, los días de abominación y desolación de mis Templos se aproximan; muy pronto mis Casas serán profanadas, destruidas, cerradas totalmente, y mi Sacrificio diario suspendido. Mis pobres hijos van a tener sed y hambre de mi Palabra, lo mismo que de mi Cuerpo y de mi Sangre. El Cisma en el interior de mi Iglesia está por estallar y millones de almas van a perder la fe; la crisis de mi Iglesia será aprovechada por sus enemigos para profanar mis Casas, destruir mis Tabernáculos y expulsarme de mis Templos. Orad rebaño mío, porque el martirio de mi Iglesia se acerca; la hora de la traición está llegando y los Judas ya están listos para entregarla en manos de los malvados.
Rebaño mío, a partir del año que está por comenzar y años subsiguientes, seréis purificados como se purifica el oro en el fuego. Orad y permaneced firmes en la fe, para que podáis sobrellevar los días de angustia, desolación y purificación, que os están llegando. Mi Aviso ya está tocando a la puerta, ¡corred, corred, a poner vuestras cuentas en orden, porque mis Casas están por cerrarse y ya no vais a encontrar a ninguno de mis Sacerdotes para que os reciba en confesión! Rebaño mío, la tribulación que está por llegar, jamás mortal alguno la ha vivido; por eso hijos míos, que los días de la gran purificación os cojan en Gracia de Dios, para que podáis perseverar hasta el final y así obtengáis la corona de la vida. Este mundo anda en tinieblas hijos míos, la maldad y el pecado han llegado al límite; la cizaña ha crecido y ahoga la cosecha, es tiempo de la siega, porque de seguir creciendo la cizaña se me perderá la cosecha.
Hijos míos, así como a mis discípulos hoy también os digo: por un tiempo ya no estaré con vosotros y ese tiempo está llegando; más en otro tiempo me volveréis a ver y vuestro gozo nada ni nadie os lo quitará. Estaréis en este mundo como ovejas en medio de lobos, pero no temáis, Yo no os abandonaré; mi Madre y mis Ángeles estarán con vosotros; refugiaos en el Seno Virginal de mi Madre, porque Ella, será el Sagrario donde permaneceré en esos días de angustia, desolación y purificación. Amaos y socorreos mutuamente, para que la fuerza del Amor, la Oración, y Confianza en Dios, sean la fortaleza que os mantenga firmes en la fe. Acordaos: si permanecéis unidos a Mí, como el sarmiento a la vid, nada ni nadie podrá robaros mi Paz. Caminad pues mis pequeños como hijos de la luz que sois, para que alumbréis la oscuridad y las tinieblas que ya se ciernen sobre la tierra.
Mi Paz os dejo, mi Paz os doy.
Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Maestro, Jesús el Buen Pastor.
Dad a conocer mis mensajes de salvación a toda la humanidad, rebaño mío.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."