¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Diciembre 25 de 2020 – Llamado del Niño de Belén a Su Pueblo fiel. Mensaje a Enoch.
Gloria in Excelsis Deo
“Gloria a Dios en el Cielo y en la Tierra paz a los hombres de Buena voluntad.
Que la Paz del Niño de Belén, esté con todos vosotros.
Hijos míos, congregaos espiritualmente en torno al pesebre y alabad la Gloria de Dios, que se os manifiesta en la ternura y humildad del Niño de Belén. Vuestro Dios os ha nacido, abrid vuestros corazones hombres de buena voluntad para que Jesús recién nacido more en ellos. Disfrutad en familia mi nacimiento y adoradme vosotros también en el pesebre de vuestros corazones. No permitáis mis amados hijos, que el espíritu de la navidad se muera, porque los Herodes de estos tiempos quieren acabar con la tradición del Niño en el pesebre. Quieren reemplazarme por la figura de un anciano al que llaman:” Santa Claus”, que es la imagen que representa al mundo consumista de hoy.
La tradición del Niño de Belén debe permanecer de generación en generación, en el corazón de mi Pueblo Fiel. No permitáis rebaño mío, que vuestro Dios humanado sea reemplazado por el dios del consumismo salido de la mano de los hombres. Yo soy vuestro Jesús que se revela ante vosotros en la humildad, pobreza y ternura, del Niño de Belén; quiero daros ejemplo de humildad y obediencia a la Voluntad Divina, para que también vosotros seáis a imitación mía, sencillos, humildes y obedientes a los Designios de Dios.
Abridme vuestros corazones pastores y zagalillos, para encender en ellos el fuego de mi amor. Vengo a vosotros en la humildad e inocencia de un Niño; acogedme porque soy la Luz, que viene a alumbrar la oscuridad y las tinieblas de este mundo: vengo a traeros la Paz y el Amor, para encenderlos en vuestros corazones. Soy el Niño de Belén, que abre sus pequeños brazos esperando que vosotros lo carguéis. Venid, Pastores y Zagales, a adorar al Niño que ha nacido ya; alegraos, porque vuestro Salvador ya se encuentra en medio de vosotros. Cantad en este día el “Gloria in Excelsis Deo, en compañía de mis Ángeles, porque la Gloria de Dios se os ha manifestado en la dulce y tierna presencia del Niño Jesús en el pesebre.
GLORIA IN EXCELSI DEO
Ángeles en las alturas con sus voces de cristal
Van cantando gloria al niño
A los hombres cantan paz
Gloria in Excelsis Deo. Gloria in Excelsis Deo.
Niño que de noche vienes, no nos dejes de mirar.
Si tus ojos se durmieran, el amor los abrirá.
Gloria in Excelsis Deo. Gloria in Excelsis Deo.
Hoy se cumple su promesa Nuestro Dios nos va a salvar
Con los Ángeles cantemos para siempre su bondad
Gloria in Excelsis Deo. Gloria in Excelsis Deo
Ángeles, llenad la tierra
Del anuncio celestial.
Ángeles, tocad la gloria
Ángeles, cantad la paz
Gloria in Excelsis Deo. Gloria in Excelsis Deo
Vuestro Salvador, el Niño de Belén.
Dad a conocer mis mensajes a todos los hombres de buena voluntad.”
FELIZ NAVIDAD
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."